La firma tuvo lugar en el marco de la visita que el secretario de Estado de Comercio Internacional británico, Greg Hands, realiza a la isla autogobernada, donde el miércoles encabezó la XXV edición de las Conversaciones Comerciales entre Reino Unido y Taiwán, que se reanudaron este año presencialmente tras celebrarse los dos últimos en formato telemático por la pandemia.
El diálogo se centró durante esta edición en los sectores agrícola, energético, médico-farmacéutico y financiero, así como en la cooperación en la cadena de suministros y la resiliencia económica, según un comunicado del Ministerio taiwanés de Asuntos Económicos citado por la agencia local CNA.
La cooperación potencial en campos como los vehículos eléctricos o la cadena de suministros de semiconductores y chips 5G también estuvo sobre la mesa, indicó el Ministerio.
El memorando firmado durante las conversaciones implica a la agencia de innovación del Reino Unido, Innovate UK, y el Departamento de Tecnología Industrial de Taiwán
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El viceministro de Economía de la isla, Chen Chern-chyi, consideró que esta cita comercial bilateral que se lleva a cabo cada año desde 1991 ha generado "resultados concretos" e impulsado los intercambios económicos y comerciales entre ambas partes, y confió en que el nuevo acuerdo fortalezca la cooperación en innovación y tecnología.
Hands, por su parte, destacó lo conversado en materia de estrategias comerciales con el objetivo de lograr una colaboración estratégica más profunda, y se mostró satisfecho por la firma del memorando, recoge CNA.
El Reino Unido es el tercer socio comercial de Taiwán en Europa y el segundo principal inversor europeo en la isla por detrás de Países Bajos, con un comercio bilateral de algo más de 5.000 millones de dólares en los primeros nueve meses de este año, lo que supone un incremento interanual del 7,9 %, de acuerdo a cifras del Ministerio taiwanés de Asuntos Económicos.
Durante su visita a Taiwán, el representante británico se reunió también con la presidenta del territorio, Tsai Ing-wen, quien destacó que la isla desea crear una cadena de suministro mundial de semiconductores en cooperación con sus "aliados democráticos".
Tsai agradeció asimismo al Gobierno británico -Hands es el primer cargo oficial de ese país que visita la isla desde que comenzó la pandemia- su apoyo a la "participación internacional" de Taipéi y la "búsqueda de la paz" en el Estrecho de Taiwán.
Desde el viaje a la isla a principios de agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, esta visita se suma a las realizadas por delegaciones de distintos países como Francia, Alemania, Lituania o Japón.
El fugaz paso por Taiwán de la funcionaria demócrata, segunda en la línea sucesoria de la presidencia estadounidense, enfureció a China y disparó las tensiones entre Washington y Pekín, que calificó el viaje de "farsa" y "traición deplorable".
En respuesta al viaje, China impuso sanciones a Pelosi, suspendió el diálogo con EE.UU. en varios importantes ámbitos y desplegó en el Estrecho de Taiwán maniobras militares de una intensidad inédita en décadas.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
