"El año pasado teníamos una crisis de lanzadores, porque no teníamos lanzadores europeos para llevar satélites europeos al espacio y esto no puede ser, dado que Europa es una fuerza espacial importante y necesitamos nuestros cohetes propios para lograr un acceso propio al espacio", afirmó Aschbacher en la jornada en la que se puso fecha al vuelo inaugural de la Ariane 6, cohete que sustituirá al Ariane 5.
El último Ariane 5 despegó en julio de 2023, lo que dejó a Europa sin capacidad propia de acceso al espacio.
"Con el anuncio del vuelo inaugural de Ariane 6 el 9 de julio, estamos saliendo de la crisis", agregó.
Para él, que se haya fijado esa fecha constituye un paso muy importante para Europa, dado que así los europeos recuperan soberanía en términos de acceso al espacio.
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"Estoy convencido de que hemos hecho todo para hacer esto posible", planteó Aschbacher, que aludió así al difícil trabajo que han asumido los responsables del desarrollo de estos cohetes.
Cuatro años de retraso
Los cohetes Ariane 6 tenían que haber comenzado su actividad en 2020, pero diferentes problemas técnicos y complicaciones coyunturales como las consecuencias de la pandémica Covid-19 acarrearon a este proyecto europeo que se retrasara cuatro años.
Una vez fijado su primer lanzamiento, Aschbacher dio cuenta de las muchas esperanzas que hay puestas en esta infraestructura, cuya maqueta de gran tamaño domina el pabellón dedicado al espacio en la ILA.
"Ariane 6 será el lanzador de Europa para el futuro. Será capaz de llevar satélites europeos y satélites del mercado global al espacio y esto será así durante una década o incluso más. Por eso, definitivamente, será 'el' lanzador de Europa", dijo el director general de la ESA.
"Ariane 6 será un lanzador más eficiente, costará menos que Ariane 5, su predecesor", añadió, antes de referirse a las particularidades que hacen de este modelo de cohete un producto que sus responsables definen como "único".
Las ventajas de Ariane 6
"Lo que lo hace único, y esto es algo que otros, como Ariane 5, no podían hacer, es que puede poner satélites en diferentes alturas porque puede reiniciar su motor, con lo que se puede situar satélites en diferentes órbitas o en diferentes planos formando constelaciones de satélites. Esto es una ventaja respecto a los otros lanzadores que existen en el mercado", desarrolló.
Aschbacher también se refirió a otros modelos de lanzadores europeos que están por llegar, los Vega-C, más pequeños que los Ariane 6, y por los que se trabaja para que tengan a finales de este año una fecha de lanzamiento.
Igualmente, la ESA prepara actualmente un desafío para que las empresas fabricantes de lanzadores compitan en un 'challenge' en el que las compañías ofrezcan sus productos a la agencia europea, que elegirá a un ganador, al que se le ofrecerá la posibilidad de realizar un cierto número de lanzamientos.
"Es un modo nuevo de trabajar con el que tendremos nuevos actores compitiendo y el resultado será más innovación, más compromisos de la industria privada. Como consumidor, a nosotros en la ESA nos será más fácil comprar estos lanzadores, que constarán menos a los contribuyentes europeos", concluyó.
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