La democracia es un negocio para las tecnológicas, dice el juez que investiga a Bolsonaro

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São Paulo, 24 feb (EFE).- El juez de la Corte Suprema de Brasil Alexandre de Moraes, quien investiga al expresidente Jair Bolsonaro por golpismo, afirmó este lunes que las grandes tecnológicas ven la democracia "como un negocio" en el que buscan "hacer lo que quieran".

"'La democracia es un negocio', dicen las 'big tech', porque para ellas todo es dinero, es un negocio", criticó De Moraes en una clase magistral en la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo (USP).

El magistrado, uno de los once que conforman el Supremo brasileño, subrayó que las grandes tecnológicas no son "enviadas de Dios", ni "neutrales".

"Son grupos económicos que quieren dominar la economía y la política mundial, ignorando fronteras, soberanías nacionales y legislaciones, para lucrarse", añadió.

En su opinión, las 'big tech' quieren "libertad para poder hacer lo que quieran porque son los mayores grupos económicos del mundo", según las declaraciones recogidas por CNN Brasil y UOL.

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Las palabras de De Moraes se producen en un momento en el que las grandes empresas de tecnología se han alineado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien a su vez ha convertido al dueño de X y Tesla, Elon Musk, en uno de sus asesores más próximos.

Además, según el juez, "grupos económicos e ideológicamente fascistas, de extrema derecha", han instrumentalizado las redes sociales para "corroer la democracia desde dentro", "adoctrinar en masa" y realizar un "lavado cerebral".

De Moraes es el juez instructor del proceso que investiga a Bolsonaro por supuestamente dirigir una conspiración golpista para revertir la victoria del progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de 2022 y mantenerse en el poder.

También supervisa una vasta investigación que intenta esclarecer la existencia de "milicias digitales" organizadas para deslegitimar las instituciones democráticas mediante bulos en las redes sociales.

En este contexto, De Moraes mantiene un intenso pulso con algunas redes sociales que se han negado a cumplir resoluciones judiciales para bloquear perfiles de activistas de extrema derecha acusados de difundir masivamente noticias falsas.

Ese fue el caso de X, que De Moraes llegó a suspender durante un mes del año pasado por reiterados desacatos, y ahora el de la plataforma de vídeos Rumble, que De Moraes ordenó paralizar la semana pasada.

En paralelo, De Moraes ha sido demandado en Estados Unidos por Rumble y la empresa Trump Media, vinculada al presidente Donald Trump, por supuestamente censurar ilegalmente a activistas de ultraderecha, según el diario 'The New York Times'.