Estos insectos han sufrido desde hace algunos años una significativa disminución de sus poblaciones, especialmente en Europa y Estados Unidos, y los entomólogos sugieren que los plaguicidas pueden ser responsables del fenómeno.
Los estudios, uno francés y otro británico, se publicarn en la edición del 30 de marzo de la revista Science.
En una de las investigaciones, dirigida por Henry Mickael del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) en Avignon, Francia, los científicos colocaron un chip electrónico en las abejas para rastrear su paradero.
Luego, tras exponer a algunos insectos a una dosis del pesticida tiametoxam (de la familia de los neonicotinoides), constataron que tenían dificultades para hallar sus colmenas dado que el pesticida interfería con el sistema de localización ubicado en su cerebro, resultando en la muerte un gran número de abejas.
Una vez tomada en cuenta la mortalidad, un modelo matemático predijo que las poblaciones de abejas expuestas a los plaguicidas se redujeron a un nivel que ya no permitía su recuperación.
En el otro estudio, dirigido por Penelope Whitehorn de la Universidad de Stirling, en Gran Bretaña, colonias de abejas jóvenes fueron expuestas a bajos niveles de un pesticida neonicotinoide llamado imidacloprid. Las dosis fueron comparables a aquéllas a las que estos animales están expuestos en la naturaleza.
Los investigadores colocaron las colonias en un jardín vallado donde las abejas pudieron alimentarse durante seis semanas en condiciones normales. Al principio y al final del experimento, sus nidos fueron pesados.
Los investigadores hallaron que las colonias expuestas al imidacloprid habían aumentado menos de peso en comparación con las colonias de control, lo que sugiere que estas abejas se alimentaron menos.
Al final del experimento, esas colonias fueron 8 a 12% menores en promedio que aquéllas que no estuvieron expuestas a los plaguicidas y habían producido un 85% de reinas menos.
29 de marzo de 2012 - 03:03
Un pesticida de amplio uso es nocivo para abejas y abejorros, según estudios
Este artículo tiene 13 años de antigüedad
