Herta, que había triunfado hace dos semanas en Indianápolis en el GMR Gran Prix, perdió el control de su monoplaza en la salida de la curva 1 y se estrelló contra una pared, lo que provocó que su coche se diera la vuelta y siguiera avanzando a alta velocidad.

Afortunadamente, las protecciones de la parte superior de su Dallara-Honda evitaron que su cabeza impactara en la carretera y Herta salió sin ninguna lesión.

Fue socorrido de forma inmediata por los responsables de seguridad de la pista y el piloto tranquilizó a sus mecánicos al asegurar "estamos todos bien" por radio.

La Indy 500, una de las carreras más importantes de la temporada, se disputará este domingo y los médicos de la IndyCar ya han dado el visto bueno para que Herta pueda competir.

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