La Copa de la NBA, introducida en la temporada 2023-2024 como un torneo de mitad de temporada para captar incentivos económicos a una competición ya de por sí muy saturada, dispone de pistas propias para elevar su estatus de 'show' mediático.
Con un diseño único para cada uno de los 30 equipos que la disputan, el brillo que reluce a modo escaparate televisivo choca contra su propia paradoja.
La liga no escatima en gastos, que se estiman en millones de dólares, para presentar unas superficies portátiles que se alejan del clásico parqué y lucen colores nuevos, patrones distintivos, además de un diseño exclusivo que las diferencia del resto de competiciones.
"La superficie de juego única durante este torneo de la Copa Emirates lleva la marca y la mantiene en la mente del público. Queremos que la gente que enciende el televisor se detenga y sepa que es un partido de la Copa Emirates", dijo John Prater, fundador de la empresa de fabricación de parqués de baloncesto Praters Flooring, en declaraciones recogidas por Athletic Business.
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Esta ambición estética con una identidad visual inédita proviene de una colaboración de la NBA con especialistas en pistas de alto rendimiento y que cobran vida con el diseño del artista Victor Solomon por segundo año consecutivo.
Para la tercera edición de este torneo, Solomon explicó a la NBA que se basó en tomar el color principal de cada equipo "y, de alguna manera, graduarlo a lo largo de diferentes fases".
Sin embargo, la estética se topa con la practicidad: la pintura y el acabado dotan a equipos como Los Angeles Lakers de un vibrante campo en el que sus tonalidades dorado y morado homenajean su historia, se convierten a su vez en el mayor peligro para los jugadores, que notan la ausencia del agarre vital para las frenadas y los saltos.
Esto no solamente afecta a su rendimiento en el juego, sino que además supone un problema de seguridad del que ya se han quejado jugadores como el astro esloveno Luka Doncic, quien recientemente mostró su preocupación por la calidad de la pista usada por el equipo angelino en el derbi contra los Clippers.
"Lo noté enseguida al calentar. Era una sensación extraña. Como aceitosa, resbaladiza", dijo por su parte su compañero de equipo Rui Hachimura.
Lo que nació como un escaparate visual para la televisión ha abierto un frente incómodo para la NBA, que tras las quejas de Doncic ordenó que los angelinos jugaran en su pista habitual hasta nuevo aviso, un gesto inusual hasta el momento.
Se espera que la flamante cancha identitaria de la NBA Cup de los Lakers vuelva a relucir para el encuentro de cuartos de final del 10 de diciembre contra los San Antonio Spurs.
"Aprecio que los Lakers y la liga nos hayan hecho un favor. Hablé de eso, así que les agradezco por cambiar la pista, y permitirnos estar sanos", afirmó Doncic la semana pasada tras el partido contra los Mavericks, su antiguo club.
