En tiempos de pandemia o no, el superclásico sigue siendo superclásico. Este domingo, en el General Pablo Rojas, los rivales de siempre del fútbol paraguayo se volvieron a enfrentar en un encuentro clave de cara al título del Apertura y sin público, a raíz del covid-19. Buscando aumentar la distancia, Cerro Porteño, con ocho victorias seguidas, puntero y sacando cuatro unidades de ventaja, recibía a Olimpia, el tetracampeón que pretendía acortar la diferencia.
Las primeras situaciones de peligro llegaron a través de la pelota parada. Richard Ortiz inquietó con un cabezazo que pasó cerca de la portería azulgrana a los 6′, mientras que Claudio Aquino envió un frentazo que rozó el poste decano a los 9′. Se estudiaron bastante. La visita sacó cierta ventaja con la posesión del balón aunque sin ser profundo, hasta poco después del primer cuarto de hora.
La brillante ocasión para sacudir el marcador la tuvo Diego Churín, cuya titularidad estaba en duda debido a algunas molestias. Jorge Arias sujetó al atacante dentro del área a los 23′ y la pena máxima se ejecutó dos minutos después, tras revisión del VAR. Churín se quiso tomar revancha de clásicos pasados en los que Alfredo Aguilar le detuvo dos tiros, pero volvió a fallar. Esta vez, su derechazo se fue por encima del travesaño.
El dueño de casa comenzó a ganar la posesión, y con ella, la propuesta de juego. Antes del cierre el primer tiempo, producto de su fútbol, el Ciclón insinuó cosas en la ofensiva, desde un tiro mordido de Santiago Arzamendia, a un derechazo de Federico Carrizo que pegó en el travesaño. Los 45 minutos iniciales se marcharon dejando mejor parado al cuadro de Barrio Obrero.
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Y este trámite se estiró al arranque del complemento. Nuevamente Cerro Porteño tomó los hilos del encuentro para inquietar en el área rival. Por la zona derecha se juntaron Aquino y Arzamendia y este último ganó el fondo para cruzar un zurdazo que exigió a Aguilar. De ese tiro de esquina, a los 51′, Churín clavó un frentazo que no pasó lejos.
Daniel Garnero movió sus piezas al permitir el ingreso de Tabaré Viudez, quien volvió a tener minutos. El elenco de Barrio Obrero se apropió de la posesión, la trabajó con paciencia y sus frutos llegaron a los 64′. Tras un avance liderado por Carrizo, Churín se vio favorecido por un mal dominio de Iván Torres. El delantero, que previo a eso se había resbalado, controló el balón y sacó un derechazo que venció la floja resistencia de Aguilar.
Las cosas se le complicaron a Olimpia cuando Tabaréz vio su segunda amarilla, en dos acciones distintas en menos de dos minutos, a los 69′. Con 10 hombres, el Decano fue más atrevido y dejó espacios. A los 72′, Rodrigo Muñoz se estiró para impedir que un tiro de Sergio Otálvaro se le metiera al fondo.
A los 77′, Francisco Arce ordenó la entrada de Óscar Ruiz para dar descanso a Carrizo y refrescar esa zona del ataque. Alejandro Silva y Néstor Camacho también estuvieron en cancha intentando cambiar la historia. El Decano se acordó tarde de atacar; con cada avance, el Ciclón coqueteó con el segundo.
En un tiro de esquina, cuando Olimpia estaba completamente volcado en la ofensiva, el golpe de gracia lo dio Cardozo Lucena, a los 91′. Ruiz trasladó la pelota hasta donde se encontraba el abandonado Aguilar y asistió al volante cerrista que no perdonó. Un imparable Cerro Porteño hiló su noveno partido seguido ganado en el certamen, le sacó siete puntos de diferencia a Olimpia, a falta de cinco fechas, y también se puso arriba en las estadísticas de clásicos en torneos locales (107 victorias). La derrota prácticamente despide al Decano de la lucha por el cetro y deja al Ciclón, que antes y durante de la pandemia atravesó por una crisis financiera, rumbo al título.
Escuchá los relatos de Bruno Pont y los comentarios de Daniel Chung y Federico Arias, para el Cardinal Deportivo.