Del Nero tenía previsto participar este lunes en la apertura oficial de la conferencia Soccerex, el mayor salón mundial del fútbol que se celebra en Rio de Janeiro, pero no acudió.
El número dos de la poderosa CBF brasileña, que también preside la Federación Paulista de Fútbol y es miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y del Comité Organizador Local (COL) del Mundial de 2014, tuvo que comparecer a la sede de la policía en Sao Paulo donde fue interrogado y posteriormente liberado, informó una portavoz de la Policía de Sao Paulo a la AFP .
La Policía se limitó a informar, sin dar detalles, que la intervención en la casa de Del Nero se produjo dentro de una operación en cinco estados y la capital de Brasil para desarticular “dos organizaciones criminales, una especializada en la venta de informaciones sigilosas -considerada una red de espionaje ilegal- y la otra a la práctica de delitos contra el Sistema Financiero Nacional -remesas de dinero al exterior sin autorización del Banco Central-”.
“Del Nero no fue detenido, fue interrogado en la sede de la policía y liberado después”, explicó la portavoz policial.
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“Estoy absolutamente tranquilo, es algo personal (...) que no pone en cuestión mis actividades en el fútbol ni en la CBF. La policía llegó a mi casa, me pidió los documentos, se los he dado, y fui interrogado por cerca de 20 minutos, estoy tranquilo”, dijo Del Nero al sitio informativo el sitio informativo UOL esporte.
“Este es un problema interno, es un problema brasileño, no tiene nada que ver con la FIFA”, aseguró por su lado el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, interrogado por periodistas al respecto en la conferencia Soccerex.
En la FIFA “tenemos un comité de ética” y el investigador a cargo “tiene libertad total para comenzar cualquier investigación, si quiere investigar a Marco Polo del Nero o sobre cualquier miembro puede hacerlo. Pero no matemos a alguien antes de saber exactamente lo que sucedió. Todos tenemos derecho a la presunción de inocencia”, afirmó Valcke.
Dirigentes de la CBF no han estado al margen de escándalos en Brasil, el país que organizará la próxima Copa del Mundo de 2014.
Después de estar en el poder por casi un cuarto de siglo, Ricardo Teixeira, de 64 años, renunció a la presidencia de la CBF el 12 de marzo presionado por denuncias de corrupción que se acumulaban desde hacía años.