Porque el Leicester mandó en el marcador desde el minuto 32, cuando Timothy Castagne cabeceó un saque de esquina para el 1-0.
Y aún más lo dominó con el 2-0 con el que empezó el segundo tiempo, con un zurdazo perfecto de Dewsbury-Hall a los 25 segundos de la reanudación, en la primera jugada después del descanso, que ya parecía definitivo.
No lo fue, porque Ivan Toney remachó dentro del área el 2-1 superada la hora de encuentro y por el citado gol de Josh Dasilva, que estableció el 2-2 final para el Brentford.
