No se tiene constancia de que por un juicio errado de James Bond el mundo hubiera quedado en algún momento al borde de una catástrofe.
Con Pekerman como responsable de analizar los movimientos de un rival su club en 1993, Colo Colo, vivió una suerte de armagedón.
La Supercopa Sudamericana había surgido en 1988 con el atractivo de reunir a los clubes campeones de la Copa Libertadores, que hasta entonces procedían de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile.
Colo Colo, conocido como el Cacique, había hecho historia al conquistar la Libertadores de 1991 con el croata Mirko Jozic en el banquillo.
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Los de Jozic iban a enfrentarse con Cruzeiro en los octavos de final de la Supercopa, que desaparecería en 1997.
El croata solicitó a Pekerman, por entonces entrenador de las divisiones juveniles, espiar al equipo brasileño para tener un informe completo de cara al partido de ida en Belo Horizonte.
La fama de Pekerman de tener una suerte de ojo de águila ya era conocida allende las fronteras pues antes de llegar a Chile había coordinado durante diez años las divisiones menores del club en el que fue ídolo como jugador, Argentinos Juniors.
Del club de La Paternal saltaron a la fama gracias al ojo de Pekerman Claudio Borghi, Sergio 'el Checho' Batista y Diego Cagna. Y por su buena relación con el fútbol colombiano llegó a recomendar a Fernando Redondo al América de Cali antes de que apareciera Real Madrid.
El que después sería seleccionador de Argentina, Colombia y ahora dirige a Venezuela tenía todo, según la prensa deportiva de Chile de entonces, para suceder al técnico Jozic al frente del equipo principal de Colo Colo.
Pekerman vio desde las tribunas del estadio Beira Rio de Porto Alegre la paliza por 3-0 que Internacional le infligió a Cruzeiro.
En su informe 'don José' transmitió calma, confianza y alivio a la plantilla de Colo Colo. Quizá en demasía, pues el día del partido Cruzeiro se paseó en el estadio Mineirao hasta imponerse por 6-1.
El croata no logró sostenerse mucho tiempo en el cargo y los directivos de Colo Colo, que antes miraban con buenos ojosa Pekerman, eligieron a otro argentino para el cargo, Vicente Cantatore.
Pese a la infortunada misión del 'agente' Pekerman en 1993, en el balance no le fue tan mal. Un año después asumió como seleccionador sub'20 de Argentina, cargo que ocupó hasta 2001 y que lo consagró al llevar a la Albiceleste a la conquista de tres títulos mundiales de la categoría.
Con esos pergaminos imposible reprocharle que en su informe a Mirko Jozic, hace ya 29 años, no le hubiera advertido de la presencia en el equipo titular de Cruzeiro de un delantero de apenas 17 años que esa noche marcó tres de los seis goles a Colo Colo.
Un tal Ronaldo Luiz Nazário de Lima.