El escenario del acto no podía ser más adecuado. El estadio toma su nombre de las bayt al sha’ar, las tiendas tradicionales que usaban los nómadas de Qatar y de la región del Golfo y su estructura se asemeja claramente a ellas.
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Bajo la presidencia del emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, el primer Mundial de la historia en Oriente Medio exhibió una ceremonia rápida, en la que se mostraron las raíces del país y se quiso mandar un mensaje de unidad y de modernidad.
“Al mundo entero le digo, bienvenidos a Doha. Hemos trabajado duro con mucha gente para que esta competición sea un éxito. Hemos invertido para trabajar por el bien de la humanidad. Las gentes se unen, sin importar su etnia, su religión, su orientación y su nacionalidad aquí en Qatar”, indicó en su breve discurso el emir.
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* El actor estadounidense Morgan Freeman fue el maestro de ceremonia.
* Jungkook, integrante del célebre grupo surcoreano BTS, interpretó “Dreamers”, uno de los himnos del torneo, junto al cantante catarí Fahad Al Kubaisi.
* Hubo homenajes a ediciones precedentes de la Copa del Mundo, con despliegue de las mascotas, entre ellas Gauchito y Naranjito, así como con himnos de los últimos torneos, entre ellos el Waka Waka de Shakira.
* El exjugador Marcel Desailly, campeón mundial con Francia en 1998, introdujo el trofeo de la Copa del Mundo que ganaron los ‘bleus’ hace cuatro años en Rusia.