Así lo oficializó este lunes el club Xeneize en sus redes sociales, después del encuentro disputado este domingo ante Colón de Santa Fe en el que cayó por 1-2, partido que puso punto final al trabajo de Mariano Herrón, quien sumó un triunfo, un empate y una derrota en sus tres choques como técnico interino.
La llegada de Almirón se concretó después del despido -el pasado 28 de marzo- de Hugo Ibarra y tras las negativas de entrenadores con mejor caché, como el exseleccionador de México Gerardo 'Tata' Martino, al que los medios locales señalaron como la primera opción de la directiva, o el extécnico de Venezuela José Pekerman, también en la lista.
ÉPOCA DE ASCENSO
Tras casi veinte años de carrera como centrocampista en equipos de Argentina, Chile y, sobre todo, México, Jorge Almirón colgó las botas en 2008, concretamente en Dorados de Sinaloa, club que comenzó a entrenar nada más retirarse de los terrenos de juego.
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Después de pasar por los banquillos de Defensa y Justicia (2009-2010 y 2012-2013), Tiburones Rojos (2010), Correcaminos (2010-2011) y Tijuana (2013), Almirón debutó en la máxima categoría del fútbol argentino de la mano de Godoy Cruz, en donde consiguió una meritoria clasificación para la Copa Sudamericana.
Su gran paso por el club mendocino llamó la atención de Independiente de Avellaneda, uno de los "clásicos" del fútbol argentino; en este equipo, Almirón logró una nueva clasificación para la Sudamericana y peleó por el Campeonato de Primera División de 2014, que terminó en las vitrinas de Racing.
Sin embargo, su primera experiencia verdaderamente exitosa como entrenador fue al frente de Lanús, consagrándose como el técnico más laureado en su historia con tres títulos: Liga, Copa Bicentenario y Supercopa, todos conquistados en 2016.
Durante sus dos años en el conjunto granate, en los que cosechó 42 victorias, 15 empates y 24 derrotas, Almirón alcanzó la final de la Copa Libertadores de 2017, en la que cayó ante Gremio de Porto Alegre, tras una inolvidable semifinal ante River Plate.
Ese buen desempeño le valió un fichaje por el colombiano Atlético Nacional, quizá su última etapa positiva como técnico, con 23 victorias, 11 empates y 9 derrotas en ocho meses de 2018.
MALAS SENSACIONES
Desde entonces, Almirón no ha levantado cabeza: entre 2018 y 2023, el de la provincia de Buenos Aires dirigió a cinco equipos de tres continentes distintos, acumulando 25 triunfos, 40 empates y 34 derrotas.
Ese declive comenzó en San Lorenzo de Almagro, en donde logró sólo un triunfo en 15 partidos de Liga, y continuó en el Al-Shabab de Arabia Saudí, equipo que dirigió entre julio y diciembre de 2019.
Su siguiente oportunidad llegó en el Elche, equipo recién ascendido a la Primera División española, que confió en Almirón para apuntalar su regreso a la máxima categoría del fútbol profesional... Pero solo durante seis meses: el club ilicitano cesó al técnico argentino tras sumar sólo tres victorias en 21 encuentros ligueros.
Posteriormente, Almirón tuvo una segunda etapa -también infructuosa- en Lanús y nuevamente en el Elche, que resultó todavía más breve que la anterior: sólo dirigió al conjunto español en cinco partidos, antes de ser destituido por los malos resultados (2 empates y 3 derrotas) y las pobres sensaciones de juego.
OBJETIVO: LA COPA LIBERTADORES
Todo parece indicar que, ocurra lo que ocurra, el paso por Boca Juniors supondrá un punto de inflexión en la carrera de Almirón: ¿conseguirá "redimirse" y repetir los buenos resultados que consiguió entre 2014 y 2018? ¿O terminará por suprimir su crédito como entrenador?
En cualquier caso, la exigencia es máxima en el seno del club Xeneize.
En pleno año electoral, con la dura pugna entre el sector liderado por el exmandatario argentino Mauricio Macri -que tiene a Andrés Ibarra como candidato a presidente- y el que comanda el exjugador e ídolo local Juan Román Riquelme, actual vicepresidente, Boca Juniors sueña con alzar su séptima Libertadores, que no logra desde 2007, e igualar a Independiente, auténtico 'Rey de Copas' de la competición.