Los equipos divulgaron un comunicado conjunto en el que solicitan al Senado la retirada "inmediata" del proyecto que pretende crear la nueva ley, que aborda temas como racismo y homofobia en los estadios, así como la equiparación entre mujeres y hombres.
"Los clubes no estamos en contra de la Ley General del Deporte, pero sí en contra de la forma" en que está siendo tramitada, subrayó el comunicado.
Los equipos piden "ampliar el debate, ser escuchados y tener una participación mayor en la elaboración del proyecto de ley", indicó a EFE un portavoz del Palmeiras, actual campeón brasileño.
Según los clubes, "se hace necesario" que ellos sean "escuchados y participen del proceso de construcción de la ley", como estipula la Constitución.
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En particular, expresaron su "preocupación" por el informe presentado el martes por la instructora del proyecto legislativo, la senadora Leila Barros, que introdujo cambios en relación al texto que fue aprobado en la Cámara de los Diputados.
Ese informe, señalaron los clubes, "relegó todas las premisas y discusiones" que fueron realizadas previamente e incluyó modificaciones "realizadas sin el debido proceso legislativo y deliberación democrática".
La nueva propuesta introduce cambios en las reglas de los incentivos fiscales al deporte y condicionantes a los subsidios con dinero público destinados a los clubes, para obligarles a cumplir ciertos requisitos de transparencia y buena gestión.
Para recibir dinero público, el nuevo borrador de ley pretende que los presidentes de clubes y organizaciones deportivas tengan un mandato de cuatro años con una reelección, pero sin poder elegir en la sucesión a cónyuges, hijos y parientes hasta segundo grado.
"Las organizaciones deportivas solo podrán obtener recursos públicos si presentan sus demostraciones financieras y los respectivos informes de auditoria", apunta el texto.
Además, propone prohibir la candidatura de los dirigentes que no presenten los balances de cuentas de la organización.
A comienzos de mes, siete importantes clubes de Río de Janeiro y Sao Paulo también cuestionaron una iniciativa del Gobierno para reglamentar el destino de la recaudación de las loterías deportivas y casa de apuestas.
Los siete clubes piden, igualmente, una mayor participación en las discusiones sobre las nuevas reglas para las casas de apuestas alegando que su nombre y marca es utilizado para efectos de marketing y el fútbol concentra la mayor parte del negocio.