Por segunda temporada consecutiva, derrotó al Barça, equipo ante el que no pierde en sus cuatro últimos enfrentamientos. Seguro que la derrota previa del Real Madrid, sentir el título de Liga conquistado y mirar el calendario para calcular el momento de cantar el alirón, pasó factura a los jugadores del Barcelona. Un grado menos competitivo que el rival pero una fecha menos para volver a conquistar un título grande y dejar atrás tiempos de sombras deportivas y económicas.
2. El partido soñado del Taty
La primera salvación de Míchel Sánchez, una espina clavada desde que no pudo completar su trabajo en el equipo del que es leyenda, el Rayo Vallecano, la tiene en su mano con el Girona. Equipo de autor, con unas señas de identidad marcadas y siempre ligadas al buen trato de balón, firmó su gran noche ante un Real Madrid carente de actitud competitiva. Emergió la figura de un delantero como Taty Castellanos, que se convirtió en el décimo futbolista que le marca cuatro goles al conjunto madridista en su historia aprovechando el partido para el olvido de Militao y Rüdiger.
El Real Madrid dimite de LaLiga tras sentir que la perdió definitivamente en el clásico del Camp Nou. Una defensa de corona que no estuvo a la altura esperada. Un imposible para un técnico madridista, ganar dos consecutivas, y un enfado mostrado por Carlo Ancelotti que cambió el tono tras lo visto en Montilivi. Esperaba mantener la dinámica ganadora de cara a la final de la Copa del Rey y la eliminatoria de semifinales de 'Champions' ante el Manchester City, pero su equipo se desconectó con el riesgo que conlleva. Solamente Vinícius mantuvo su nivel entre enfrentamientos y piques con la grada y rivales.
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3. Javi Guerra levanta al Valencia de la lona
La cara de niño a sus 19 años, el descaro de la juventud de un jugador llamado de la cantera en un momento para hombres, instaló el delirio en la grada de Mestalla a los 93 minutos. Llevaba un solo gol en 25 partidos en el filial y según Hugo Duro "no mete una en los entrenamientos". Lanzó un recorte con la derecha al rival y un zurdazo desde la frontal del área a la escuadra que levantó de la lona a su equipo, con una remontada que le dio un duelo dramático por la permanencia ante el Real Valladolid.
Del grave error defensivo de Mouctar Diakhaby y una primera mitad repleta de nervios, el Valencia pasó a firmar su segundo triunfo consecutivo y hacer realidad la esperada reacción. El tanto del perdón del central, con la ayuda de Masip en un grave error tras un testarazo ajustado al palo que pensó que iba fuera, y el golazo premiando el empuje al borde del final, dejan al Valencia de Rubén Baraja fuera de la zona de descenso y con dos puntos de margen.
4. La UD Almería sentencia a Quique; el Espanyol se hunde
La jornada dejaba varios duelos directos de máxima necesidad. Un triunfo aleja el descenso, una derrota hunde el ánimo y aumenta la ansiedad. El Getafe se desmoronó en su estadio, el Coliseum Alfonso Pérez, por un doblete del colombiano Luis Suárez, que llevaba nueve partidos sin marcar y da un impulso a la UD Almería para tomar dos puntos a los puestos de descenso. La expulsión discutible por roja directa a Djené en el tiempo añadido del primer acto, dejó tocado al equipo de Quique Sánchez Flores y acabó siendo la sentencia del técnico.
Peor aún está el Espanyol, incapaz de mantener cualquier resultado a favor, remontado en La Cerámica por el Villarreal en dos ocasiones y protagonista de una racha tan negativa de 1 punto logrado de los 24 disputados. La llegada de Luis García no lo ha mejorado. Derrotas en todos sus partidos para ver ya la salvación a cuatro puntos de distancia con siete partidos por disputar.
5. El resbalón de Yeray
Trece puntos de los quince disputados por el Sevilla con Mendilibar como entrenador ha cambiado por completo su realidad. Ilusión relanzada en la Liga Europa y resurrección en una Liga en la que su dinámica lo tenía con Sampaoli a puertas de la zona de descenso y ha pasado a sentirse salvado con su último triunfo, en San Mamés ante el Athletic Club.
En un partido de empate, cuando todo parecía encaminado a la igualada sin goles, una acción de infortunio entre Unai Simón y Yeray, acabó con el resbalón del central, la aparición de Lucas Ocampos y el derribo. Fue discutido por los jugadores del Athletic Club, que justificaron que tocó primero balón antes de tocar al rival, pero la realidad fue el tanto de penalti del argentino que mantiene el vuelo del Sevilla y la reivindicación de un técnico que trabajó muchos años por una oportunidad en un grande que no va a dejar escapar. Se está ganando su renovación.