Así jugó España:
Unai Simón (7): regresa el debate a la portería de la selección española con la vuelta de Unai Simón tras perderse la primera convocatoria de Luis de la Fuente por problemas físicos. Inició el partido con un error en salida de balón grave que pudo costar caro cuando lo regaló al rival, pero fue a más. No se volvió a complicar con los pies y acabó realizando una parada decisiva para dar el pase a la final, a bocajarro, repleta de reflejos.
Jesús Navas (7): fue el defensa más incisivo el día de su regreso a la selección, con 37 años y en un momento de forma magnífico. Subió al ataque con continuidad y acabó jugada con centros e incluso con un disparo a los 17 minutos que se marchó alto. Intenso en defensa firmó un gran retorno un futbolista que ganó el Mundial y la Eurocopa y que aportó la experiencia que demandaba el grupo.
Le Normand (6): se estrenó como internacional con España tras lograr su nacionalización con la mala fortuna de detener con la mano un disparo muy desviado. Lamentó la acción, despegar tanto el brazo del cuerpo sin pensar que el rival golpearía tan mal al balón. No se hundió y acabó firmando un buen partido, taando errores de su nueva pareja defensiva, Laporte, firme por alto y mejor posicionado en el segundo acto cuando España encontró estabilidad defensiva.
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Laporte (4): acusó la falta de minutos en el Manchester City, lento en las acciones de transición italianas del primer acto, tomando malas decisiones al salir de su zona y expuesto cuando el rival metió velocidad. Se llevó un fuerte pisotón de Inmobile a los 38 minutos. Se fue asentando con el encuentro y en la segunda parte mejoró.
Jordi Alba (4): no estuvo fino en labores defensivas y se incorporó menos de lo que acostumbra en fase ofensiva. Le faltó intensidad en la marca, en una ocasión pudo costar muy caro y se salvó por un fuera de juego por milímetros que provocó la anulación del segundo gol de Italia. Y le cogieron la espalda en la única acción de peligro italiana en el segundo acto. Acabó el partido muy justo en el físico y con calambres.
Rodri (8): es el jefe de la selección española, todo pasa por él y lo mejora. Disfruta de un momento dulce, dominador del centro del campo, con llegada como demostró con tres remates, uno de tijera y el disparo final clave, que cayó a Joselu muerto para marcar a placer el gol del triunfo. Acusó la falta de descanso en la segunda mitad, cuando se fue rebajando su dominio en la medular, pero terminó sacando el orgullo que dio el pase a la final.
Mikel Merino (7): es indiscutible con Luis de la Fuente, asentado como la pareja de Rodri en el doble pivote y entendiéndose cada día mejor. Fue de menos a más, con poca aparición en el primer acto, con más batalla que protagonismo con balón, y ayudando con más presencia en el segundo al dominio español. Acarició el gol rematando un centro medido de Marco Asensio que se topó con la mejor parada de Donnarumma.
Gavi (6): su pasión y la posición adelantada en la presión fue clave. Robó el balón que provocó a los tres minutos de partido el primer gol para decantar la semifinal. Le faltó precisión con el balón, desaprovechando una acción clara en contragolpe de tres para dos al tropezarse en el momento clave acelerado. Aportó brega pero no la calidad que demandaba el equipo en tres cuartos.
Rodrigo Moreno (6): fue una de las grandes sorpresas del once de Luis de la Fuente, titular y jugando caído a banda derecha para entrar hacia dentro. Comenzó muy enchufado y dejó un disparo a puerta blando a los veinte minutos, pero le faltó continuidad y acabó apareciendo más en ayudas defensivas que generando desequilibrio ofensivo. Fue sustituido al descanso.
Yeremy (7): tan pícaro como Gavi, intuyó la oportunidad de dañar a Italia nada más arrancar el partido encimando a rival. Lo aprovechó para marcar su segundo gol como internacional, con mucha calidad en su definición de interior. Cayó al costado izquierdo y lo intentó siempre aunque le faltó profundidad y continuidad.
Morata (6): su lucha es innegociable y el gol, con él, es cuestión de rachas. Lo buscó sin cesar por no la encontró ante Italia, siempre en la pelea con rivales, mordiendo por cada balón, robando, protegiéndolo, recibiendo muchas faltas hasta acabar desquiciado y ser castigado por sus protestas con una cartulina amarilla. Chutó blando a portería rival en dos ocasiones y la vez que lo hizo con más peligro, apareciendo al primer toque en la zona del 9, se topó con el portero italiano.
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Marco Asensio (8): su entrada tras el descanso cambió el panorama. Aportó la calidad que demandaba España en los últimos metros, apareció con continuidad dando un paso al frente en liderazgo, mejoró la posesión, incisivo en sus ataques y preciso en el centro. No sacó a relucir su disparo de zurda desde fuera del área pero su participación fue decisiva. Pese a quedarse por sorpresa fuera del once, cuando De l Fuente le dio entrada, demostró que merece la titularidad.
Canales (6): aumentó la calidad en los momentos en los que España tenía encerrada a Italia aunque no pudo mostrar sus cualidades entre líneas por la falta de espacios.
Ansu Fati (6): entró en los últimos minutos con muchas ganas de brillar y apareció cerca del área con calidad. Participó en la acción del segundo gol.
Fabián Ruiz (6): con mucha movilidad y frescura, pidió el balón en el cuarto de hora que tuvo para aportar criterio.
Joselu (9): de dulce con la selección española con la que debutó frente a Noruega con un doblete de récord. Su tercer tanto en el tercer partido con la absoluta dio el pase a la final, con solamente cuatro minutos sobre el terreno de juego para sacar provecho de su olfato. Definió a placer cuando le cayó el balón rechazado y situó a España a un paso de volver a ganar un título.
