"Es difícil compararse con otros clubes porque tienen situaciones consolidadas. Aquí estamos muy cerca del año cero. No me asusta, pero es mejor ser claro. Tomará un mes, seis, un año, dos o tres el ser competitivos, no veo que pueda decirlo ahora", explicó en una rueda de prensa muy sincera del técnico.
"El décimo puesto del año pasado no fue solo fue mala suerte. Y el que piensa así está lejos de la realidad. Existe la gran trampa del 'Scudetto' de hace dos años que confunde las ideas y crea una cortina de humo. La realidad de los hechos es otra", añadió.
Pero el técnico, conocido por su carácter, aseguró que es más "tozudo que antes": "Dar el 200%, tenemos que entender que tenemos que ir más allá de nuestros límites porque es un momento muy crítico para el Nápoles".
Habló también de un mercado "bloqueado": "El presidente De Laurentiis habló de reconstrucción y estoy de acuerdo con él, es necesaria una reconstrucción total".
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"Pero es una situación muy complicada. Lo siento mucho, está todo bloqueado y no puedo decir nada más. Estamos haciendo movimientos, pero no entra dinero porque hay solo cesiones, y entiendo las dificultades del club para fichar", puntualizó.
En ese mercado está el nigeriano Victor Osimhen y la posible llegada del belga Romelu Lukaku, cuya mejor versión fue en el Inter bajo las órdenes de Conte.
"La de Osimhen es una situación que será abordada por el club y en la que yo no puedo entrar", sentenció.
El Nápoles se estrena este domingo en Serie A en el Diego Armando Maradona ante el Hellas Verona, el mismo equipo con el comenzó la campaña en la que acabó ganando el 'Scudetto' y en la que brilló por primera vez el georgiano Khvicha Kvaratskhelia.