Del total de los detenidos en la operación que las autoridades italianas llevaron a cabo el 30 de septiembre de 2024, hay tres que optaron por el juicio ordinario: Christian Rosiello, ultra del Milan y exguardaespaldas del rapero Fedez (no implicado en la investigación), Riccardo Bonissi, del Milan, y Francesco Lucci, hermano del jefe de la Curva Sud milanista.
El juicio ordinario para ellos comenzó el pasado 20 de febrero.
Entre los juzgados en el proceso abreviado, los 16 restantes, se encuentran Marco Ferdico y Andrea Beretta, altos cargos de la Curva Nord del Inter. Este último es ahora colaborador de las autoridades policiales. También Luca Lucci, jefe de la Curva Sud del Milan.
Reventa de entradas, control del aparcamiento en los aledaños del estadio Giuseppe Meazza (San Siro) y amenazas a los vendedores ambulantes eran, presuntamente, algunas de las prácticas mafiosas habituales de estos radicales que se hicieron con el poder de todo el negocio que rodeaba al estadio, con un pacto entre sendas aficiones para maximizar el beneficio y con relación directa la mafia más poderosa del mundo, la 'Ndrangheta calabresa.
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De hecho, durante el juicio habrá a algunos ultras a los que se les interrogará por otros casos relacionados con la grada de San Siro pero investigados por otros fiscales.
Es el caso de Andrea Beretta, autor del asesinato a cuchilladas de Antonio Bellocco, otro de los altos cargos de los radicales interistas y relacionado con la 'Ndrangheta.
Los dos clubes de la ciudad, protagonistas en el escándalo pero nunca investigados, y la Serie A como entidad fueron aceptados como demandantes civiles para obtener una indemnización por los daños y perjuicios sufridos.
Jugadores de ambos equipos como el turco Hakan Calhanoglu (Inter) o Davide Calabria (jugador y capitán del Milan cuando se produjeron las detenciones), así como el técnico del Inter, Simone Inzaghi, acudieron a declarar a finales de 2024 como no investigados, en calidad de conocedores de los hechos por haber tenido contacto directo con varios de los detenidos.
En el caso está también implicado un político del Ayuntamiento de Milán, como presunto cómplice de ambas aficiones en las prácticas mafiosas.
Manfredi Palmeri es concejal municipal y parlamentario de la región Lombardía, cuya capital es Milán, y está acusado de conceder el control de numerosos aparcamientos en los aledaños del estadio a la empresa de Gherardo Zaccagni, uno de los detenidos en la operación por colaboración con sendas aficiones radicales.
Palmeri habría recibido como obsequio, de parte de Zaccagni, que así lo declaró en uno de sus interrogatorios, un cuadro del artista chino Liu Bolin llamado "Duomo, Milán", valorado en 10.000 euros.
El consejero, que por el momento no ha acudido a declarar ante las autoridades, negó cualquier implicación en la investigación en un comunicado.
