Una victoria incomprensible sin la figura del guardameta belga Jari De Busser, que detuvo hasta dos penas máximas, tras adivinar las lanzamientos de Zico Buurmeester y el sueco Mayckel Lahdo.
El colofón perfecto para una final en la que De Busser se empeño desde el principio en amargar la tarde a los jugadores del AZ Alkmaar, que no pudo contar para la ocasión con su capitán, el lesionado Jordy Clasie.
Tal y como se comprobó a los diecinueve minutos cuando Jari De Busser impidió a Troy Parrott abrir el marcador para el AZ tras desviar con la punta de los dedos el remate del delantero irlandés que acabó estrellándose en la madera.
Un Parrott que volvió a toparse con el cancerbero del Go Ahead Eagles a los nueve minutos de la segunda mitad, tras ver como el belga le detenía un lanzamiento de pena máxima.
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Penalti que el irlandés tuvo la oportunidad de repetir, tras estimar el colegiado del encuentro que Jari De Busser se había adelantado al lanzamiento.
A la segunda Troy Parrott, que minutos después tuvo que abandonar lesionado el terreno de juego, sí logró batir al belga y firmar el 1-0 que parecía encaminar al AZ Alkmaar hacia su quinto título copero.
De hecho, los del belga Maarten Martens se mantuvieron por delante en el marcador hasta el minuto 99, cuando el colegiado señaló como penalti unas manos cometidas por el centrocampista del AZ Alkmaar Peer Koopmeiners.
Una pena máxima que el defensa del Go Ahead Mats Deijl no desaprovecho para firmar el 1-1 y llevar la final, disputada en el estadio De Kuip de Rotterdam, a una prórroga en la que De Busser se encargó de frustrar con sus intervenciones cada ocasión del AZ.
Acierto que el cancerbero belga prolongó en la tanda de penaltis en la que con sus paradas a los lanzamientos de Buurmeester y Lahdo condujo al Go Ahead Eagles a su prime titulo copero, sesenta años después de que los de Deventer cayeran ante el Feyenoord en su anterior presencia en una final.
