Con la recuperación de Mbappé, del esguince de tobillo derecho que sufrió en la vuelta ante el Arsenal, y con Vinícius como intocable, es Rodrygo el que apuntaba a ser el damnificado del tridente.
Sin embargo, el técnico sorprendió en Getafe. Rodrygo fue suplente, rotó, y ‘Carletto’ abogó por su titularidad el sábado, por una cuestión estadística en base a su mal momento de forma.
"A nivel estadístico tiene que jugar porque si no ha marcado todo este tiempo, en estos partidos importantes él ha marcado muchas veces. Confío totalmente en Rodrygo", señaló.
Un plan de relegar a Rodrygo al banquillo que ‘Carletto’ iba a poner en marcha tras el 2-5 en Arabia Saudí, pero el brasileño vivió su gran momento, el plan funcionó ante el Manchester City y se mantuvo en su idea de tres delanteros.
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Sin embargo, los cinco goles y dos asistencias de Rodrygo en cuatro partidos se esfumaron y solo ha anotado un gol en 20 partidos -15 de ellos como titular-. Bajón de rendimiento que parecía ayudar a Ancelotti a tomar la decisión de jugar con su esquema favorito, el 4-4-2, con cuatro centrocampistas puros.
Sobre el papel, cuando ha jugado con tres delanteros y Bellingham, la idea en defensa era adoptar ese 4-4-2, pero la realidad es que el bajo trabajo defensivo de los atacantes y no contar con un centrocampista que organice el juego ha lastrado al Real Madrid.
Las dos derrotas ante el FC Barcelona y la eliminación ante el Arsenal (3-0 en la ida y 1-2 en la vuelta) ahondaron en las dudas respecto al planteamiento de Ancelotti, que necesita hacer algo diferente.
En el primer partido tras la eliminación europea, el técnico ya cambió de idea. Cuatro centrocampistas con los dos organizadores de inicio: Luka Modric y Dani Ceballos.
La ‘trampa’ de Flick
El primer clásico, con victoria por 0-4 del FC Barcelona en el Santiago Bernabéu, tuvo un protagonista por encima de todos: Hansi Flick. Su trampa del fuera de juego anuló el ataque del Real Madrid, con Mbappé como principal señalado. Ocho fueras de juego del galo -que además falló tres mano a mano- de las 12 veces en la que se señaló posición ilegal a los jugadores madridistas.
Ya en la Supercopa de Europa, los de Ancelotti aprendieron la lección y solo cayeron una vez en fuera de juego, pero sufrieron otra virtud del conjunto azulgrana esta temporada: la presión alta.
La pareja de centrales formada aquel 12 de enero por Rüdiger y Tchouaméni no encontró en Camavinga y Valverde, los más cercanos, líneas de pase fáciles ante un FC Barcelona que presionó con cinco jugadores. El Real Madrid, partido en su esquema 4-3-3 no tuvo superioridad en salida de balón y los de Flick fueron un vendaval.
Cuatro goles en 33 minutos para el FC Barcelona, dejando en nada el tanto inicial de Kylian Mbappé, en el minuto 5, en un contragolpe que es una de las virtudes que ha de explotar el Real Madrid: los balones a la espalda de la defensa adelantada de Flick.
Los centrales, los primeros atacantes
Y para poder explotarla, los centrales han de ser protagonistas. Tanto en el pase corto como el largo. Habrá un cambio respecto a la Supercopa, ya que, salvo contratiempo, será Raúl Asencio el acompañante de Rüdiger. Sin Éder Militao, baja toda la temporada por su segunda lesión de ligamento cruzado, el Real Madrid perdió a su defensa con mejor salida de balón, con cerca de ocho pases al último tercio del campo por 90 minutos.
Y Asencio, en pases largos, es una faceta del juego que tiene entre sus virtudes. Es más, sus dos asistencias son por esta vía; la primera, en su debut con el Real Madrid.
El futbolista, con ficha del RM Castilla, es el central con más asistencias del Real Madrid. Un gran contraste con el FC Barcelona, donde su juego ha llevado a sus centrales a repartir 13 pases de gol en lo que va de temporada.
Cinco de Íñigo Martínez, cuatro de Pau Cubarsí y dos para Ronald Araujo y Eric García. Diferencia que se explica también en los pases por partido de los centrales de ambos equipos.
Según datos de BeSoccer Pro para EFE, los centrales del Real Madrid intentan 103,09 pases; mientras que los del Barça promedian 175,33.
Dos ideas diferentes que se pondrán frente a frente por tercera vez esta temporada con, de momento, dominio claro de los azulgrana en el global.
