El gran artífice de la permanencia ha sido el uruguayo Cristhian Stuani, que a sus 38 años ha alimentado más si cabe su condición de mito en Montilivi a base de goles decisivos: los nueve últimos puntos del Girona se han conseguido con tantos del ariete, el capitán del equipo.
La afición confiaba que el equipo, octavo en enero a pesar de una primera mitad de temporada marcada por las lesiones y la exigencia de las tres competiciones, comenzara a carburar una vez liberado de la Liga de Campeones y la Copa del Rey, pero ha sido justo al contrario.
Porque el Girona empezó una caída libre que le convirtió en un candidato real al descenso y despertó los fantasmas de 2019, después de once jornadas sin ganar. Solo el Valladolid empeoraba sus pésimos números en esta segunda vuelta.
Pero Míchel reaccionó apostando por Portu y Stuani, dos de los principales símbolos del Girona, y el equipo ha despertado, con dos victorias y un empate en las últimas cuatro jornadas que han dado aire primero y la permanencia después.
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El triunfo de este martes en Valladolid con un gol de Stuani en el minuto 80 (0-1) fue un paso de gigante hacia una salvación que se ha confirmado matemáticamente con las derrotas de Las Palmas contra el Sevilla y el Leganés contra el Villarreal, para tranquilidad de Montilivi. Será la sexta aventura del Girona en Primera División.
