El modelo universitario de EEUU pone el foco en el fútbol femenino español

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Svetlana Alter Madrid, 29 jul (EFE).- El modelo universitario de EEUU, que compagina el desarrollo y académico con un sistema de becas y que además ahora cuenta con la normativa NIL (Name, Image and Likeness) -Nombre, imagen y semejanza-, que permite a los atletas universitarios obtener beneficios económicos por patrocinios y acuerdos comerciales, han puesto el foco en el fútbol femenino, que con sus éxitos internacionales, despierta su interés en las futbolistas españolas.

Este interés ha llevado a la creación de agencias especializadas únicamente en captar jugadoras jóvenes estudiantes para combinar fútbol y actividad académica en Estados Unidos, incentivadas aún más ahora en viajar con el sistema NIL que permite ser compensadas económicamente por sus derechos de imagen.

“Una futbolista con 18 años puede entrenar cada día con instalaciones de élite, competir contra las mejores del mundo en su franja de edad y, además, salir con un título universitario y un inglés bilingüe. Eso no lo ofrece ningún club europeo de cantera”, asegura Jaime Gómez, fundador de Playball Agency- agencia que ayuda al talento femenino a optimizar esas becas y viajar a EEUU. .

Según Gómez, sólo entre 100 y 150 universidades de las más de 3.000 existentes ofrecen un nivel competitivo real para futuras profesionales. “Muchas chicas llegan desde clubes como Real Madrid, Barça, Athletic, o incluso desde selecciones autonómicas. Si no pueden jugar ya en el primer equipo, esta vía les permite desarrollarse sin perder el tren”, explica.

El sistema universitario estadounidense, sin embargo, no es fácil. “EEUU es exigente. El sistema es una máquina: horarios cerrados, disciplina, presión constante y, a veces, falta de adaptación emocional. Pero las que lo aguantan… crecen muchísimo”, advierte.

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Manuel Merinero, por su parte, ex director del Real Madrid Femenino y actual asesor deportivo y columnista de ABC, coincide en el valor de este camino. “Lo que está ocurriendo es muy positivo. Estados Unidos ofrece algo que en España aún cuesta mucho combinar: estudios y deporte de élite. Muchas chicas regresan mejor formadas y con madurez profesional”, afirma.

Merinero recuerda el papel de clubes como el Real Madrid en el impulso del fútbol femenino, pero no ve conflicto entre modelos. “No todas las jugadoras caben en un primer equipo. Que puedan crecer fuera y volver con más experiencia es bueno para todos”, apunta.

Aunque algunos clubes y representantes consideran este fenómeno como una fuga de talento, Jaime Gómez defiende que debe verse como una cesión estratégica. “En otros países como Francia o Inglaterra, ya hay clubes que firman convenios con universidades para enviar jugadoras a desarrollarse fuera y recuperarlas más adelante”, señala.

En lo económico, el cambio también es significativo. Las becas solían cubrir únicamente gastos directos como matrícula, alojamiento o seguro médico. “Ahora, con NIL, las universidades pagan un sueldo legal y declarado por la imagen de la jugadora”, explica Gómez. "Eso sí, no todo lo que brilla es oro: los ingresos tributan, los gastos personales existen y el entorno universitario es competitivo al máximo”, añade.

Para muchas jóvenes que no tienen minutos en la élite o están entre el primer equipo y el filial, esta vía ofrece una oportunidad distinta. “Quizás no estemos ante la NBA del fútbol femenino, pero sí ante un sistema paralelo que profesionaliza, forma y visibiliza talento en silencio”, concluye Gómez.