El desparpajo, la falta de miedos y la calidad al ponérsela imposible de un zapatazo a Carl Rushworth fueron una muestra más de la calidad de este extremo de dieciocho años que se incorporó a la pretemporada bética en Almancil, en el Algarve portugués, casi sin vacaciones tras proclamarse máximo goleador del Europeo sub-19 que España perdió ante Holanda en la final de Bucarest.
Su póquer de tantos a Alemania en semifinales, gol olímpico incluido, fueron un aldabonazo de atención para los que aún no conocía a este valor de la feraz cantera bética que está llamando con fuerzas al primer equipo tras el traspaso de Jesús Rodríguez al Como italiano.
"Muy feliz, muy contento, pero a seguir trabajando", dijo a los medios del club el extremo sevillano, quien cumplirá diecinueve años el 15 de agosto y que pide paso al técnico chileno Manuel Pellegrini con goles como el de este miércoles al Coventry, de la segunda inglesa, o el que le marcó al Farense portugués: "Hacer goles con el equipo de mi vida siempre es una satisfacción y es un motivo para sentirme orgulloso", dijo.
Consideró que "estos goles no pueden darle puntos al equipo en este momento" pero que si puede "marcar más en LaLiga para darle puntos y clasificaciones europeas al equipo, eso sería mejor, mucho mejor".
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