Los jugadores, los grandes protagonistas de LaLiga, mostraron en cada uno de los partidos de la novena jornada que están en contra de llevar fuera de España un partido de la competición. Hasta los que juegan en los dos equipos implicados del encuentro de Miami, los futbolistas del Villarreal y el Barcelona, se sumaron a la protesta impulsada por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
En cada campo de Primera división, el pitido del colegiado encontró la misma reacción. El saque en corto y el balón parado 15 segundos, sin que ninguno de los protagonistas de los dos equipos lo disputara. La reacción de la grada también fue similar en todos los estadios con aplausos con los que sumaron a una iniciativa de LaLiga que ha encontrado el rechazo de muchos por considerar que adultera la competición.
Llevaba 39 segundos en el terreno de juego, recibido con todo el cariño de su afición cuando se sumaba a un partido para aumentar la fortaleza defensiva del Getafe en un momento clave en el que las fuerzas podían flaquear. En la primera acción que le tocó defender, se desentendió del balón para frenar un contragolpe en el que arrancaba Vinícius y lo frenó en seco.
Con el brazo arriba e impactando con el pie abajo. Con tanta firmeza y tan poco disimulo que fue castigado con la tarjeta roja directa ante su sorpresa y la de todo Getafe. La decisión de los colegiados condicionó un partido que se le atascaba al Real Madrid y que segundos después de quedarse con superioridad, decidió Kylian Mbappé. Todo el trabajo defensivo del equipo de José Bordalás se desplomó por una mala decisión de Nyom castigada con una tarjeta roja muy protestada que generará mucho debate a siete días del clásico del fútbol español.
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Las tuvo muy claras el Girona para marcar en Montjuic al Barcelona y lo consiguió de la forma más inesperada, pero también la más espectacular. Había sabido castigar la defensa adelantada del rival pero perdonó cada mano a mano con Szczęsny, hasta que Witsel inventó una chilena para hacer justicia en el primer acto.
Defendió bien el resultado que sabía a gloria para el equipo de Míchel Sánchez. Se le acababa el tiempo a un Barcelona plagado de bajas, cuando en el minuto 93, se disfrazó de goleador un central. Como en los viejos tiempos ocurría con Gerard Piqué, Hansi Flick ubicó a la desesperada a Ronald Araujo en punta. Y en una de las que eran últimas acciones del partido, el centro desde el costado derecho de De Jong, encontró la aparición al primer palo del central uruguayo y su remate preciso de primeras para evitar un tropiezo antes del clásico.
Necesitado del triunfo, buscaba con insistencia el premio del gol el Atlético de Madrid, que ya había encerrado por entonces a Osasuna en su terreno, cuando surgió una conexión argentina que fue decisiva. Era el minuto 69 cuando a la fe de Giuliano Simeone se le sumó un socio que necesitaba un tanto decisivo.
Es Thiago Almada, que logró su primer gol con la rojiblanca para enterrar el mal sabor de boca de un inicio agridulce y una lesión inoportuna. Al Atlético de Madrid le habían anulado uno de esos goles difíciles de explicar desde el estamento arbitral, alejando de la alegría que también buscaba Álex Baena. Y con el triunfo en el bolsillo, en momentos en los que aparece el nerviosismo, apareció Jan Oblack para convertirse en salvador con una parada que da puntos frente a Budimir.
Regresaba a la que fue su casa durante tres temporadas Jorge de Frutos tras ser uno de los jugadores que se quedaron sin minutos en los dos partidos de la ventana de octubre de la selección española. Ya es feliz con ser convocado por Luis de la Fuente, pero en esta ocasión, y tras su debut en septiembre, no pudo demostrar su estado de forma con la Roja. Lo hizo días después con el equipo de la franja para dar una bocanada de aire fresco que necesitaba el Rayo.
En 25 minutos había aniquilado el duelo del Ciudad de Valencia. Con elegancia apareciendo al primer palo, con un toque sutil al esférico tras un saque de esquina para dormirlo en la red. Castigando un grave error de la zaga rival, un despeje al centro y un balón muerto que convirtió en su doblete. Su segundo en Primera. Dos goles que no fueron celebrados y que fueron clave en el tercer triunfo rayista del curso. Todos, de visitante.
