Euforia en Marruecos por la Copa de África tras las protestas de la GenZ 212

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Rabat, 20 dic (EFE).- Marruecos acoge la Copa Africana de Naciones (CAN) con un clima de euforia tras los últimos triunfos de los "Leones del Atlas", y aparcadas, por el momento, las protestas de la llamada GenZ 212 que sacaron hace dos meses a los jóvenes a la calle en demanda de mejoras sociales con duras críticas contra el Gobierno y las multimillonarias inversiones vinculadas al fútbol.

 El país no ha escatimado fondos para el torneo más importante de África, que comenzará mañana domingo en Rabat, que reúne a 24 selecciones del continente hasta el próximo 18 de enero y se disputará en nueve estadios nuevos o remodelados de seis ciudades.

El anfitrión estrena la gran cita del fútbol africano en un clima festivo alimentado por la reciente victoria de la selección marroquí en la Copa Árabe, que celebraron miles de personas en ciudades de todo el país.

La CAN es, además, un salto en la carrera emprendida por Marruecos para convertirse en una potencia futbolística y un ensayo de lo que será el Mundial de 2030 que Rabat organiza con España y Portugal.

Para entonces, Marruecos contará con el mayor estadio de fútbol del mundo -en Casablanca y con capacidad para 115.000 personas- y habrá culminado la renovación de infraestructuras viarias y líneas férreas de alta velocidad tras una inversión sin precedentes.

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Rabat ha puesto en marcha un operativo especial para garantizar la seguridad durante la CAN. Varias instituciones colaboran en el Centro Africano de Cooperación Policial 2026, surgido de un taller regional organizado en colaboración con Interpol, según el informe anual de la Dirección General de Seguridad Nacional marroquí.

"Esta experiencia servirá de base para los preparativos de seguridad del Mundial 2030 conforme a los estándares de la FIFA", agrega el documento.

El operativo incluye el refuerzo técnico y de recursos humanos de unidades estratégicas, como las comisarías de los aeropuertos de Rabat, Casablanca, Marrakech y Tánger.

Además, se han aumentado los efectivos en las ciudades sede de encuentros con agentes especializados en control fronterizo y la asignación de 3.387 nuevos policías para garantizar la seguridad de los partidos de torneo.

Los estadios sede tendrán sus propias oficinas judiciales para agilizar los procesos relacionados con posibles delitos cometidos durante los partidos.

Una iniciativa que, según el ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, demuestra que "Marruecos es capaz de combinar el espectáculo deportivo de alto nivel con el respeto a la ley" con un "mensaje tranquilizador para la ciudadanía: los estadios son espacios de disfrute, seguridad y responsabilidad".

Paralelamente, la Dirección General de Seguridad Nacional trabaja, en coordinación con la Oficina Nacional de Aeropuertos, en la generalización del sistema de puertas electrónicas (E-GATE) para facilitar el tránsito fronterizo y en un plan modernización aeroportuaria.

Según medios locales, los aeropuertos marroquíes han recibido, entre el 8 y el 18 de diciembre, cerca de 870.000 viajeros, un 10% más que en el ejercicio anterior, en buena parte debido al tirón de la CAN.

Según el secretario general de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Verón Bosseman Ambo, se han vendido más de un millón de entradas para la Copa y se han concedido derechos de transmisión televisiva a 54 países africanos y 30 europeos para un evento que será cubierto por 5.500 periodistas.

"Son cifras récord sin precedentes en todos los niveles”, aseguró Ambo.

La pasión por el fútbol ha aparcado la memoria de las movilizaciones de la GenZ 212 que sacaron a los jóvenes a las calles y dejaron 3 manifestantes muertos y cientos de heridos, en un país con una tasa próxima al 40% de desempleo juvenil.

Consignas como "Más hospitales, menos estadios" marcaron las manifestaciones, que estallaron en septiembre tras la muerte de ocho mujeres en un hospital de Agadir (sur) y fueron las más importantes desde la llamada "primavera árabe" en 2011.

Unos 1.500 detenidos y condenas de hasta 15 años de prisión para algunos de los participantes apagaron progresivamente las movilizaciones, en las que los jóvenes cargaron contra el Gobierno y pidieron la dimisión del primer ministro, Aziz Ajanuch.

En respuesta, el Ejecutivo anunció un aumento del gasto social, de hasta el 16% en las partidas de educación y sanidad, e inversiones para crear empleo público.

También en estos días se han anunciado paquetes de ayuda a las víctimas del temporal de lluvia y nieve que ha azotado buena parte del país y que ha provocado inundaciones en la localidad costera de Safi (sur) que han arrasado el centro histórico y se han cobrado 37 vidas.

Una tragedia que llegaba tras la muerte de 22 personas en Fez por el derrumbe de dos edificios.

Dos sucesos "sin conexión aparente", escribe el periodista Abdellah Tourabi en el semanario "Telquel", que delatan "el fracaso de la gestión pública, la irresponsabilidad política y un flagrante desprecio por la seguridad y la vida de los marroquíes".