La historia de deudas con jugadores tiene un nuevo capítulo en el fútbol paraguayo. Después de no entrenar o concentrar como reclamo en General Díaz durante el 2019, este año el problema se traslada al otro equipo de la ciudad: el Sportivo Luqueño. Este miércoles, los futbolistas estuvieron en el Feliciano Cáceres, pero no practicaron como medida de protesta por el atraso de sueldos y premios.
El plantel solicita el abono de los sueldos de diciembre de 2019 y enero de 2020, como también los premios del triunfo 3-2 sobre Deportivo Santaní, la clasificación a la Copa Sudamericana y el pase a la segunda fase del certamen continental (eliminó a Mineros de Venezuela). Durante la postura, ningún dirigente del Auriazul acompañó a la plantilla o estuvo presente para acordar una posible solución.
El paro en la movilización matutina fue la primera posición de los jugadores, que anteriormente no desearon concentrar para el partido contra San Lorenzo (0-0 en el Gunther Vogel), pero terminaron cumpliendo por un pedido del entrenador Celso Ayala.
