La famosa protesta y otro empate

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Paraguay y Perú eran socios en el negocio de organizar el torneo, pero rivales a muerte -como todos- en materia deportiva. El partido entre ambos fue una batalla, no porque los jugadores se lo propusieran, sino porque el árbitro inglés, Maddison, hizo todo lo posible para perjudicarnos, según los protagonistas.