Superando adversidades

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Superando adversidadesArchivo, ABC Color

Su sueño era jugar en Primera y lo cumplió, no sin antes superar adversidades generadas por su clase social. Debutó en Cerro Porteño de la mano de Ferenc Puskas. A César Ramón Chiola le enviaban mensajes entre líneas que el fútbol era casi exclusividad de los necesitados. Como su familia le daba todo, debió soportar maltratos psicológicos. Hoy porta la bandera de la solidaridad del Sportivo Luqueño, en honor a los atletas que pasaron por esa popular institución y que requieren una asistencia.

César Ramón Chiola Mondaini nació en Luque el sábado 14 de diciembre de 1963. Es licenciado en Educación Física, casado con Carmen Griselda Ibarrola. Sus hijos son César Alberto (39), Renato José (27) y Camila Giselle (8).

Primeros pasos. “Me inicié en el Peñón de Campo Grande, fui presidente en 1995, salimos campeones y me retiré tres años después como jugador en esa institución. En ese entonces jugábamos descalzos en las inferiores. De ahí fui a Nacional, donde me formé y pasé las de Caín, por decirlo así, porque fue sacrificado. Más aún me costó porque mi padre era piloto de aerolínea, coronel de la aviación, mi tío Martín diputado... Mi sueño era jugar en Primera. Tenía todas mis comodidades gracias a Dios”.

Todo por la pelota. “Era una época distinta, con mentalidad diferente de la gente. Mi padre pudo haber sido militar, mi tío parlamentario, pero yo no tenía nada, solo quería jugar al fútbol, no quería estudiar, soñaba con ser futbolista”.

Mucho aguante. “Contra viento y marea me esforcé y llegué, después de varios años en las Inferiores saltar al plantel superior entre varios ‘pira guasu’ por decirlo así, entre ellos Raúl Navarro, Antonio Zaracho, Carlos Báez, Máximo Almada, ‘Cato’ Cabrera, Félix Torres, Julio Delgado, Alberto Benítez, Cayetano Benítez Leite, Luis García Siani... Era un chiquilín entre ellos, pero tenía que demostrar lo mío y lo hacía en cada partido, haciendo goles y lógicamente ir escalando después, ser parte del equipo titular”.

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Nada de recompensa. “Grande era la sorpresa cuando se debía cobrar los premios o el sueldo. Varias veces iba a cobrar y encuentro ya el casillero marcado. Entonces reclamo al gerente, al tesorero y me dice ‘vos no necesitás’, hay más gente que necesita. Era como para llorar, pero en fin, lo único que quería era ser parte, jugar. Eran situaciones que tenía que aguantar”.

Lucha solitaria. “Iba solo, en colectivo, a pesar que ya tenía mis comodidades, pero tenía que dejar mi vehículo a cuadras y que no vean los compañeros más antiguos que venía apareciendo con auto, no del año, pero era mi medio de transporte”.

Largo recorrido diario. “De Luque tenía que cruzar toda Asunción en colectivo para llegar a barrio Obrero, a veces cansado, para hacer una causa común, para que los ídolos, los grandes, de talla alta por decir, no me vean y que digan que tengo todo”.

De un club a otro, cruzando la calle. “Vine con pase en blanco cuando fiché por Nacional con el escribano Óscar Harrison, que fue uno de los que siempre me apoyó y había firmado un 50 por ciento en caso de transferencia. En ese entonces el presidente de Cerro Porteño era Magno Ferreira Falcón, mi vecino y como ya era titular, promocionado y afianzado, me tientan si no quería ir a jugar allí y bueno, a quién no le gustaría estar en un club tan importante, en 1986”.

Nueva etapa. “No hubo mayores inconvenientes, hicimos el acuerdo con el ingeniero Gómez Varela, quien era el vicepresidente y voy. Desaparezco en la semana, Nacional tenía que jugar con Libertad, era el ariete titular, pero como la oferta era buena, cerramos con Cerro”.

Menos carga. “En Cerro todos tenían sus medios, vehículos, autos lujosos, ganaban bien, no como en Nacional, donde no tenía que aparecer con auto porque me miraban todo raro. En mi largo recorrido estuve también en General Díaz y General Caballero de Campo Grande. Lo más importante es que en todos los sitios coseché muchas amistades”.

Grata experiencia. “Conocí buenos amigos (en el Ciclón); de nuestra camada eran Estanislao Struway, Miguel Sanabria, Jorge Galarza, ‘Motoneta’ Zárate, ‘Zanahoria’ Brítez Román, Heriberto Villalba, Mario Picún, Alcides Barreto, Aldo Florentín... En ese momento el técnico era el alemán Peter Mucha, que se manejaba con walkie recuerdo. Como los resultados no eran favorables, se le trae a Ferenc Puskas, un gran profesional, gran persona, psicólogo le decía porque no puede ser que haya tenido todo nuestro historial prácticamente. Las veces que hacíamos charlas nos decía ‘de pe a pa’ quiénes éramos, de dónde veníamos, sabía todo de la familia de la cual pertenecíamos. Ni ficha en mano tenía, sabía de memoria”.

Faltaba el gran salto. “Entrenaba en Primera, iba concentrado, pero siempre me hacían jugar en la Especial (Reserva), no había forma de entrar al equipo. En una de esas reuniones que teníamos frente a frente, el profesor me dije ‘tienes buenas condiciones, eres un gran futbolista, pero debes salir del país’. Entonces no sé si era para llorar o reírme. ‘Tu sacrificio no es en vano, tenés que cruzar la frontera para ser una estrella’. Por el apellido tenía que dejar de jugar al fútbol acá en el país prácticamente. Puskas me hizo debutar en Primera y después en la semana me dice el paso que tenía que dar, pasar la frontera”.

Aprendizaje. “Como son las cosas de la vida, un poco amargas en ese momento y como Dios encaminaba las cosas, gracias a un amigo que ya no está, Silvestre Aguilera, me dice por qué no venís al Sportivo Luqueño, que el técnico era ‘Nene’ Rivera, fernandino y que en Cerro había muchos centrodelanteros. Entonces hablo con la directiva, me dan el pase y encuentro a amigos, conocidos, porque soy nacido, criado y malcriado en Luque, amo a mi ciudad”.

Sentimiento auriazul. “Estar en el Sportivo, conocer tanta gente, nos permite hoy por hoy fundar la primera mutual de exfutbolistas en la historia de la institución. Empezamos en enero este proyecto y hoy ya somos en el grupo más de 160 integrantes de distintas épocas, que marcaron historia”.

Nucleación fortalecida. “Soy el administrador y una de las condiciones es que la vía se utilice solamente para anécdotas y hablar de fútbol, prohibiendo la difusión de imágenes pornográficas y mucho menos hablar de política. Eso es lo que nos hace más fuertes cada día más. Los muchachos respetan las reglas y vamos sumando integrantes”.

Acciones solidarias. “Hemos hecho un cuadrangular a principios de año, nos solidarizamos con los campeones de América de 1979. Invité a los tres clubes por lo que he pasado a nivel profesional, Nacional, Cerro Porteño y Luqueño, más los anfitriones de la selección. Hicimos un encuentro deportivo en el complejo ‘El Peque’ (Limpio) y ahí se inició la idea de la mutual auriazul, con Juan Bautista Torales, César Zabala, Milciades Morel, veníamos hablando entre otros con Rolando Chilavert, Salvador Medina, Marcial Garay, Agustín Arrúa, Marcos Aquino, Isidoro Aquino y Gilberto Fleitas, quienes mocionaron la creación de la mutual”.

Proyectos encaminados. “Hoy por hoy la mutual es una realidad. Estamos compenetrados, tenemos los estatutos con el doctor Óscar Mora, quien fue también futbolista de Luqueño. Ni bien pase esto de la pandemia esperamos llamar a una gran reunión para estudiar artículo por artículo y elegir después las autoridades. El deseo es tener en poco tiempo nuestro local deportivo”.

Trabajo silencioso e incansable. “Estamos haciendo varios actos solidarios, repartimos casi 12 millones de guaraníes en concepto de donación, solidaridad a los compañeros más necesitados, que pasan situaciones adversas. Hemos destinado kits de víveres al hogar de ancianos San Francisco de Asís, a 45 abuelitos en nombre de la mutual. Juntamos juguetes para los chicos con cáncer del Hospital de Niños, en un octogonal entre Sol de América, River Plate, Luqueño, Tembetary, Nacional, Sport Colombia, General Díaz y la selección paraguaya de residentes de New York”.

Una mano a los excompañeros. “Estamos asistiendo a Vicente Luis Méndez para su recuperación después de un accidente de tránsito, comprando platinos, ya se operó y está en etapa de recuperación. También le acompañamos al compañero Fidel Bernal. Estamos haciendo lo humanamente posible de acuerdo a las posibilidades y las limitaciones”.

vmiranda@abc.com.py