La auténtica lección defensiva protagonizada por el conjunto danés en la primera mitad ni la sobresaliente actuación de las porteras Althea Reinhardt y Sandra Toft impidió que Francia, la vigente campeona olímpica, firmar el triunfo en un choque en el que Dinamarca fue por delante en el marcador durante 57 minutos.
Sin embargo, la madurez permitió a las de Olivier Krumbholz dar la vuelta al marcador y cumplir con la tradición, ya que la selección francesa siempre había alcanzado la final las cuatro ocasiones anteriores en las que había disputado las semifinales de un Mundial.
