Nomoto lo hizo en la primera carrera, King en la tercera, ambos en el tercer puesto de sus series. La foto de llegada no pudo deshacer el empate por milésimas y, de acuerdo con el reglamento, fue necesario un sorteo para ver cuál de los dos ganaba plaza de finalista en la repesca.
Fue un sorteo por insaculación desarrollado en la cámara de llamadas en presencia de los dos atletas. Los jueves introdujeron los dorsales de ambos en una bolsa negra, la removieron y una mujer, mirando para otro lado, sacó el dorsal del británico, agraciado con un puesto en la final.
Los dos atletas se abrazaron, feliz el británico, resignado el japonés, y el sorteo se dio por finalizado, a hora y media de la final.
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