En total, la Vuelta ha parado en Andalucía siete etapas y una jornada de descanso. Una semana completa. Llegó un martes y se va un miércoles. Siete llegadas y siete salidas.
Llegó al Cabo de Gata procedente de Murcia, procedente de Alhama de Murcia, y allí se destapó un velocista que promete, el australiano Caden Grove, ganando uno de los sprints más puros de la carrera.
Dejó atrás la Vuelta Almería para adentrarse en Granada, con salida en Salobreña, y cambiar de perfil de carrera con la llegada al alto de Peñas Blancas, en Estepona (Málaga). Donde el ecuatoriano campeón olímpico Richard Carapaz demostró lo que debe hacer un grande que, por lo que sea, ha quedado fuera de la pelea por la general.
Retomó llegada masiva la etapa que llevaba a Córdoba, a Montilla desde Ronda, para que el danés Mads Pedersen se confirmase como el mejor sprinter en liza con una victoria que añadir a su más que sólido liderato en la Regularidad y a los tres segundos puestos en los que cimentó su maillot verde.
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En Jaén tomó la carrera tintes más relevantes con la subida a la Sierra de la Pandera, a la que enfiló desde Montoro, todavía en Córdoba. Carapaz volvió a cargar y no erró el tiro en una subida de entidad en la que sobrevoló un hundimiento del líder, el belga Remco Evenepoel, que al final no se produjo.
Al día siguiente en Sierra Nevada, otra vez en Granada, de nuevo cedió Evenepoel ante el ataque de Primoz Roglic, pero no mucho. Aunque el gran beneficiado fue Enric Mas, tercero en la general, que llegó por delante de ambos y liderando la lista de los grandes de la carrera.
Aunque la etapa volvió a estar en la fuga, en las piernas del prometedor neerlandés Thymen Arensman, otro joven en el Top 10 como el propio Evenepoel, los españoles Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, éste granadino de Almuñécar decepcionado por no haber tenido ante sus paisanos el día que esperaba. Que no se flajele demasiado. La afición granadina, la andaluza y la española, en general, están encantadas con su carrera y con la de Ayuso. Exigir ya se les exigirá en años venideros.
A Hoya de la Mora la Vuelta llegó desde Martos (Jaén) y desde Sierra Nevada se trasladó Cádiz para disfrutar en Cádiz de la tercera, y última, jornada de descanso.
Recuperadas las fuerzas, el pelotón retomó el camino este martes en Sanlúcar de Barrameda, aún en tierras gaditanas, para desplazarse hasta Sevilla, a Tomares, muy cerca de la capital. Donde Pedersen ratificó su dominio en las 'volatas' en medio del tremendo caos que se organizó tras un ataque de Roglic a menos de 3 kms. de meta.
Tras el arreón del esloveno, llegó un pinchazo de Evenepoel y una caída del propio líder del Jumbo ya en la recta de meta cuando le ha habían remontado los cuatro únicos corredores que fueron capaces de cogerle la rueda. Consecuencia, un precario estado de Roglic para los cinco días que quedan de carrera, aunque con 8 segundos ganados sobre Evenepoel, que ahora le aventaja en 1.26, y Enric Mas, al que ahora saca 35 segundos,
A esta Vuelta ya solo le falta pasar por Huelva y por ello se traslada este noche a Aracena para despedir mañana Andalucía dirección Extremadura hacia Badajoz, hacia el Monasterio de Tentudía. Pero esa será otra historia. Las de estos últimos días están siendo en tierras andaluzas, en las de sus ocho provincias: Almería, Granada, Málaga, Córdoba, Jaén, Cádiz, Sevilla y Huelva, por orden de llegada de la carrera.