Los hermanos Abe vuelven coronarse campeones del mundo el mismo día

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Redacción deportes, 7 oct (EFE).- Los hermanos japoneses Uta e Hifumi Abe dejaron claro que el éxito sabe mejor cuando se comparte con la familia y tras proclamarse el pasado año, con apenas unas horas de diferencia, campeones olímpicos en los Juegos de Tokio, volvieron este jueves a coincidir en los más alto de podio en los Mundiales de judo que se disputan en Tashkent.

Una coincidencia que comienza a convertirse en tradición, ya que Uta, que sumó su tercer título universal en la categoría femenina de hasta 52 kilos, e Hifumi Abe, que conquistó su tercer oro en la categoría masculina de menos de 66 kilos, ya se coronaron campeones del mundo el mismo día en los Mundiales disputados en el año 2018 en Bakú.

Gesta que los hermanos Abe volvieron a realizar el pasado año en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde Uta, de 22 años, e Hifumi, de 25, se colgaron el oro con apenas una hora de diferencia.

Antecedentes que hacían prever que la segunda jornada de los Mundiales que se disputan en la capital de Uzbekistán podría convertirse, una vez más, en el día de los hermanos Abe.

Algo que no tardó en confirmarse con las dos cómodas victorias con las que Uta Abe arrancó su concurso, tras imponerse por "ippon" a la serbia Nadezda Petrovic y a la surcoreana Yerin Jung, en un combate que apenas duró 22 segundos.

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Más problemas tuvo la judoca japonesa en los cuartos de final, en los que Uta Abe, número diez de la clasificación mundial, no pudo doblegar a la israelí Gefen Primo hasta falta de 38 segundos para el final.

Un anticipo de las dificultades que Abe sufrió en las semifinales ante la francesa Amandine Buchard, su rival en la final de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Si en la cita olímpica Uta Abe tuvo que esperar a la "técnica de oro" para doblegar a la judoca gala, este jueves Buchard volvió a llevar al límite a la japonesa, en un intenso combate que se alargó hasta casi los siete minutos.

Mucho más sencilla fue la final para Uta Abe, que se colgó su tercer oro en menos de 52 kilos, tras los logrados en 2018 en Bakú y 2019 en Tokio, tras vencer por "waza-ari" a la británica Chelsie Giles, la vigente campeona de Europa.

Por su parte, su hermano mayor Hifumi Abe, que sufrió lo indecible para derrotar en la segunda ronda al tayiko Nurali Emomali, al que venció en la "técnica de oro" por tres penalizaciones, se plantó en la gran final tras superar al italiano Elios Manzi en los cuartos de final y al moldavo Denis Vieru en las semifinales.

Una lucha por el oro en la que Hifumi Abe se alzó con su tercera corona mundial, tras las logradas en Budapest 2017 y Bakú 2018, al derrotar por "waza-ari" a su compatriota Joshiro Maruyama.

Triunfos que hicieron sonar en honor de los hermanos Abe el himno nacional de Japón, el único que se ha interpretado hasta el momento en los Mundiales de Tashkent, tras los triunfos en la primera jornada de Natsumi Tsunoda, en la categoría femenina de -48 kilos, y de Naohisa Takato, en la masculina de -60.