Shiffrin, de 27 años y que desde hace varios ya ha ganado todo lo que se puede ganar en el deporte rey invernal, capturó este miércoles, después de que el lunes se le hubiera escapado el oro en la combinada -en la que se salió de recorrido en la antepenúltima puerta del decisivo eslalon-, su primera medalla en estos campeonatos, la duodécima en unos Mundiales; al quedarse a sólo once centésimas de la ganadora, la italiana Marta Bassino.
"Estoy inmensamente feliz con mi bajada", comentó Shiffrin, que el mes pasado, después de batir el récord de victorias en Copa del Mundo de su compatriota Lindsey Vonn (82) -retirada hace cuatro años- lo elevó a 85, para quedarse a un solo triunfo de la plusmarca histórica absoluta (entre hombres y mujeres) en ese torneo que posee el sueco Ingemar Stenmark, el gran campeón de los años 70 y 80.
Shiffrin, que avanza con paso firme hacia su quinta gran Bola de Cristal, llegó a los Alpes franceses con otro récord a su alcance: el de medallas mundialistas, en poder de la alemana Christl Cranz, una de las musas deportivas del Tercer Reich -oro olímpico de combinada en los Juegos de Garmisch-Partenkirchen'36-, que ganó quince entre 1934 y 1939, cuando los Mundiales se disputaban anualmente.
"Estoy muy emocionada, porque en estos momentos no me veía ganando una medalla en el supergigante", manifestó, con lágrimas de alegría en sus ojos, la súper-campeona de Vail (Colorado), que el lunes, al salirse de pista en la antepenúltima puerta del eslalon de la combinada y quedar descalificada, reavivó por instantes el fantasma de hace tan sólo un año, en los Juegos de Pekín, de los que salió sin trofeo después de haber participado en seis pruebas.
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"Hay muchas chicas que son muy rápidas y están muy fuertes; casi no me lo creo, estoy muy contenta", indicó Shiffrin, doble campeona olímpica y seis veces oro en Mundiales.