"Llega un momento en el que las fuerzas no alcanzan; y después de dos semanas de competición, la verdad es que estaba ya algo cansada. Me alegro por la federación canadiense y por Laurent (St-Germain)", comentó, con enorme deportividad, la súper-campeona de Vail (Colorado), que a los 27 años lo ha ganado absolutamente todo en el deporte rey invernal y que este sábado logró su tercera medalla en estos campeonatos -después de la plata en el supergigante y el oro en el gigante-, la decimocuarta en unos Mundiales y la decimoséptima en un gran evento.
"Cuando estás cansada no te mueves tan rápido. Fui lo suficientemente rápida para la plata, pero no para el oro. Lo intenté, pero no lo pude conseguir. En cualquier caso, fue divertido esquiar hoy", afirmó Shiffrin, doble campeona olímpica, siete veces campeona mundial y que avanza con firmeza hacia la consecución de su quinta gran Bola de Cristal, en una competición, la Copa del Mundo, en la que, con 85 victorias, está a una sola del récord histórico absoluto del sueco Ingemar Stenmark, el gran campeón de los años setenta y ochenta.
