"Hay Canelo para rato, como dice la canción", aseguró este sábado en entrevista con Efe el púgil, con 58 triunfos, 39 por la vía rápida, con dos empates y dos derrotas, la más reciente el año pasado ante el ruso Dmitrii Bivol.
A dos semanas de exponer sus cinturones de las 168 libras ante el británico John Ryder, el mexicano recibió a Efe en su rancho en Guadalajara, occidente mexicano, donde tiene un gimnasio y varios caballos. Sus respuestas son cortas, sobrias, aunque amables.
-¿Cómo espera la próxima pelea?
-Me estoy entrenando para el mejor Ryder; hay que darle la misma importancia a todos los rivales; él tiene todo que ganar y eso lo hará más peligroso, así que estoy entrenándome para minimizar cualquier riesgo.
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-¿Cree que ya pasó el gran momento del británico?
-Espero al mejor Ryder, no sé si ya pasó su momento o no, pero no me voy a confiar en lo absoluto, estaré listo para cualquier cosa.
-¿Cómo vivió su regreso de la cirugía en la mano?
- La verdad es que muy bien, gracias a Dios. Poco a poco empecé a golpear, a agarrar confianza para tirar los golpes. En este momento me siento bien, tirando mis golpes como antes y eso me motiva muchísimo.
-¿Cómo ve su carrera profesional a los casi 33 años?
-Amo lo que hago, disfruto mucho entrenarme y no me cuesta nada de trabajo seguir. Mi rutina cambió poco; corro un día sí y un día no, porque tuve cirugías en las dos rodillas, y me entreno a conciencia en el gimnasio.
-Se habla mucho de la revancha contra Bivol. ¿Es una prioridad?
-De momento estamos enfocados 100 por ciento en el próximo combate, pero esa contra Bivol es la pelea que busco a futuro. Quiero es que sea en las 175 libras, como la vez pasada.
-¿Qué tan a futuro espera esa revancha?
-Este año, en septiembre, quizás.
Confiesa que de niño se peleaba en la escuela todo el tiempo porque respondía cuando se burlaban de sus pecas y de su pelo rojizo; reconoce que se enojaba fácil y no huía a las broncas. Después el acto de tirar golpes se convirtió en su manera de vivir y hoy es uno de los grande deportistas mexicanos del siglo XXI.
Algunos lo adoran, otros lo aborrecen, tal vez porque, a diferencia de muchos boxeadores, él no ha estado en escándalos de alcohol, drogas o con mujeres y eso lo aleja de la tribu.
-¿Gana más en usted el niño bueno que la imagen mala que se espera de un boxeador?
-No es tanto así. De repente me echo mis fiestas, pero soy, tranquilo, familiar, obsesionado con entrenarme. Eso es lo que me mantiene bien. Me siento bien de regresar a mi ciudad como el mejor, después de 12 años. Estoy contento, orgulloso de poderle brindar esta pelea a la gente que me vio crecer.
-Ha conquistado todo en el boxeo ¿cuál es su sueño en este momento?
-En lo profesional, seguir logrando mis metas. Quiero ser uno de los mejores en la historia del boxeo; cuando me retire que mis números hablen.
-¿Se retirará pronto?
-No pienso en eso, como dije, Canelo para rato.
