En las cinco etapas que se han desarrollado entre las montañas, el corredor del Ineos, debutante en el Tour a sus 22 años, alimentó su sueño de acabar en el podio de París tras apuntarse la victoria en Morzine en la primera jornada alpina, pero en las dos últimas, ha comprobado la dura competencia que hay en esta carrera.
Entre la crono de Comblaix y la etapa de Courchevel, Rodríguez ha dejado escapar la renta de 40 segundos que tenía con Adam, al tiempo que ha visto como Simon se sumaba a la lucha por el podio.
Y lo que parece más grave, el joven ciclista ha dado muestras de que no llega tan fino al tramo final del Tour como sus dos principales competidores por el tercer peldaño de París.
"Ha sido una etapa muy dura desde el principio, sobre todo después de que ayer nos dejamos todo. Por mi parte tenía la opción de reventar, era jornada de sufrir, de agachar la cabeza, pero el equipo ha estado de 10 minimizando la pérdida con el grupo de adelante y luego poniendo un ritmo alto atrás para hacer daño dentro de lo posible", analizó tras la etapa 17.
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Después de la crono, cuando cedió el tercer puesto a Adam Yates, confesó que el tramo final se le había hecho "eterno".
Pese a todo, Rodríguez aseguró que mantendrá la batalla por acabar entre los tres primeros.
"No doy por perdido el podio, esto es el Tour, una carrera muy dura en la que hasta Tadej Pogacar, uno de los más fuertes, puede tener un mal día, como se ha visto hoy. No se sabe nunca quien puede fallar, espero que no sea yo", dijo el ciclista del Ineos.
Por delante tiene una única baza para desbancar al corredor del UAE del podio, la penúltima en los Vosgos con dos puertos de primera categoría encadenados en el tramo final.
"Si me recupero intentaré atacar, es una etapa muy dura", aseguró el ciclista granadino.
Pero ahora suma una dificultad suplementaria. Y es que Adam Yates está libre de toda responsabilidad suplementaria, ya que Tadej Pogacar ya no tiene opciones de pelear por el maillot amarillo tras haber sufrido un desfallecimiento en el Col de la Loze.
El británico, de 30 años, cuarto en el Tour de 2016 y en la Vuelta a España de 2021, tiene ahora a todo un UAE, incluido a Pogacar, a su servicio, porque como confesó el director del equipo, Josean Fernández Matxin, la prioridad ahora es tener a dos corredores en el podio.
Rodríguez está viviendo una experiencia nueva en el Tour, que afronta sin presión, pese a ser el jefe de filas de uno de los equipos más fuertes del pelotón.
"Pase lo que pase, tengo que estar contento de cómo están saliendo las cosas e intentar disfrutar de la carrera", aseguró.
Por ahora, se rinde a la superioridad de Yates: "Ha estado fuerte. Yo he intentado hacerlo lo mejor posible, tengo que estar contento porque lo he dejado todo en meta".
