"Estoy muy contento. Hace seis años que lo llevé durante dos semanas y eso es mucho tiempo y pasan muy rápido", afirmó tras bajarse del podio.
El marbellí Luis Ángel Maté afrontá su duodécima Vuelta a España, que además será la última antes de dejar el ciclismo profesional este 2024, y además de ser el protagonista de la escapada en las dos últimas etapas también tuvo el privilegio de ser el encargado de abrir esta 79 edición al ser el primero en tomar la salida en la contrarreloj que partió del Monasterio de los Jerónimos de Belém en Lisboa este sábado.
Maté afirmó que conseguir ser líder de la montaña le permite hacer realidad su objetivo en la carrera. "Era un objetivo desde el principio de La Vuelta. Me ha costado mucho, dos días de largas cabalgatas para conseguirlo. Ahora espero poder defenderlo con todas mis fuerzas".
"Los puntos de la montaña estaban muy lejos uno del otro, sobre todo en la primera etapa. El domingo cogí puntos en los dos primeros, y este lunes era clave con el puerto de segunda categoría", explicó sobre la manera que había logrado vestirse el jersey blanco de puntos azules.
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"Primer objetivo cumplido. Ahora, a defenderlo. Para mí, es una obligación moral ir en fuga siempre y cuando las fuerzas acompañen, así que si es así, lo pelearé cada día", anticipó sobre la que va a ser su actitud en carrera los próximos días.