"Hablé con Marc Soler el día de descanso y le dije que tenía un asunto pendiente con la clasificación de la montaña, y Marc estuvo de acuerdo en que me ayudaría el último día. Ayudó a cansar a los rivales que estaban tratando de ir a por los puntos, y también para mantenerme súper fresco para llegar al final de etapa y tratar de mantener la clasificación general por equipos también", explicó en meta el ciclista "aussie".
Fue una lucha apretada por la montaña en una jornada que tenía 7 puertos puntuables.
"Estábamos muy presionados por el grupo de favoritos, que nos alcanzaron antes del penúltimo puerto, antes de la subida definitiva, lo que dejaba a los hombres de la general en posición de conseguir el maillot, así que tuvimos que aguantar muy lejos y luchar cada metro", concluyó.
