Loic Meillard pone el broche de oro para Suiza ganando la última prueba del Mundial

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Adrian R. HuberMadrid, 16 feb (EFE).- Loic Meillard se proclamó nuevo campeón del mundo de eslalon masculino, la prueba que cerró este domingo la XLVIII edición de los Mundiales de esquí alpino, en Saalbach (Austria); donde le puso el broche de oro a la actuación de Suiza, que confirmó su condición de primera potencia mundial al dominar claramente el medallero de los campeonatos.

Meillard, de 28 años, logró su tercera medalla en los décimos Mundiales que albergó Austria -donde había ganado oro en la nueva combinada por equipos, junto a Franjo von Allmen; antes de capturar bronce en el gigante- y, aparte de ser el más condecorado de la segunda edición que organizó Saalbach (después de la de 1991), marcó un hito; al convertirse en el primer suizo en proclamarse campeón del mundo de eslalon desde hace 75 años: cuando Georges Schneider se anotó esa prueba en los campeonatos de Lake Placid (Estados Unidos) de 1950.

El campeón helvético cubrió los dos recorridos en la pista Ulli Maier de la citada estación de Salzburgo -con salida a 1.279 metros de altitud y 218 de desnivel; y que lleva el nombre de la campeona local fallecida en al accidentarse en el descenso de Garmisch (Alemania) de 1984- en un minuto, 54 segundos y dos centésimas: exactamente, 26 menos que el noruego Atle Lie McGrath, que fue segundo.

El alemán Linus Strasser, que se quedó a 52 centésimas, se colgó al pecho la medalla de bronce en una prueba en cuyo historial Meillard sucedió al noruego Henrik Kristoffersen, que concluyó decimotercero, compartiendo plaza con el brasileño Lucas Pinheiro. Y el francés Clement Noel, campeón olímpico de la disciplina, que lideraba tras la primera, se salió de recorrido en la segunda manga de la última carrera de los Mundiales, que el vasco Juan del Campo acabó, como mejor español, vigésimo tercero

Suiza -que ya había asegurado matemáticamente el primer puesto el sábado- acabó al frente del medallero con cinco oros, otras tantas platas y tres bronces. La anfitriona -para la que Manuel Feller logró el cuarto puesto este domingo- se conformó con el segundo puesto en la clasificación de trofeos, con dos oros, tres platas y dos bronces; mientras que Italia, con dos oros y una plata, fue tercera.

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La prueba, la que sobre el papel más candidatos al oro presentaba, invitaba a la emoción y cumplió con las expectativas. Abrió pista Noel, con 14 victorias en la Copa del Mundo. Todas en eslalon. Cuatro de ellas esta temporada y las dos últimas este año, en Adelboden (Suiza) y en Kitzbühel (Austria). Y justo detrás salía otro ilustre: Kristoffersen, que defendía el título logrado hace dos años en Courchevel (Francia), triple ganador del Globo de Cristal de una disciplina en la que ha firmado 24 de sus 31 victorias en la Copa del Mundo; en la que lidera la clasificación de la modalidad.

En total, nombrar hasta a quince potenciales favoritos no hubiese sido ninguna locura; como tampoco lo era pensar en la primera medalla de toda la historia de Brasil en unos Mundiales de esquí alpino -Lucas Pinheiro mediante- o apostar por un podio de un búlgaro -Albert Popov habia ganado en Madonna di Campiglio (Italia)-.

Suiza ya se había asegurado el primer puesto en el medallero con el doblete que habían logrado en el eslalon del sábado Camille Rast y Wendy Holdener; pero Austria aspiraba a certificar, como mal menor, la segunda plaza en la clasificación de trofeos.

La anfitriona apostaba por Feller, pero también por Fabio Gstrein -segundo y tercero, respectivamente, en Schladming, el último eslalon previo a los Mundiales, que ganó el noruego Timon Haugan, quinto este domingo- y por Marco Schwarz, cada vez más entonado tras la muy grave lesión que sufrió la temporada pasada.

En total, hubo cien participantes -tras la criba de la calificación que afrontaron los de menor ránking (un total de 138 inscritos)- y si Noel no lo hizo hasta justo el final, Kristoffersen anunció a las primeras de cambio que habría un nuevo campeón del mundo; porque el francés apostó una vez más por el 'todo o nada' y, antes de irse de vacío, le 'colocó' nada menos que un segundo y 59 centésimas al noruego.

A sus compatriotas Haugan -a siete décimas del galo- y a McGrath -a 64 centésimas- les benefició el marcaje de pista del noruego Ola Masdal, ya que acabaron cuarto y tercero, respectivamente, del campeón olímpico, al que Meillard, a 19 centésimas fue el que más se le acercó en la primera manga.

La primera bajada de Noel no sólo se confirmó como la buena, sino que le daba claras opciones, como mínimo de podio. Strasser se quedó a 77 centésimas. Feller, que echó por tierra sus opciones, bajó a 1.28; el inglés Dave Ryding, que a los 38 años sigue dando guerra, paró el crono a 1.86; y Popov también se despidió de la idea de éxito al cruzar meta a 2.22. Peor se lo tomó le sueco Kristoffer Jakobsen, que, iracundo tras salirse de recorrido, rompió sus bastones en zona de meta

Pinheiro, a 1.51, no inquietaba a Clement. Gstrein, a segundo y medio exacto, tampoco; y Schwarz -que se salió de pista- adelantaban a los más de 20.000 aficionados que llenaban la gradería de meta de Saalbach que Austria no capturaría medalla este domingo. Le faltó poco, pero Feller acabó a 27 centésimas del 'cajón'.

La segunda manga la marcó el francés Kevin Page, que, obviamente, no se lo iba a poner difícil a Clement. Pero Noel falló al final y Meillar redondeó el festival suizo en unos Mundiales en los que regresó, después de dos meses alejada, por lesión la gran Mikaela Shiffrin -la mejor esquiadora de todos los tiempos-, que, sin estar al cien por cien, ganó para Estados Unidos la combinada por equipos y concluyó quinta -a cinco centésimas del podio- el eslalon.

Juan del Campo -trigésimo provisional, con idéntico crono que el croata Matej Vidovic- fue el primero en salir a pista en el segundo acto; en el que el croata lo mejoró en una centésima y en un puesto. El vizcaíno acabó vigésimo tercero y fue el mejor de los cuatro españoles. Otro vizcaíno, Aingeru Garay, fue vigésimo noveno y el catalán Tomás Barata, el 36.

El barcelonés Quim Salarich, el varón español con mejores resultados en Copa del Mundo desde la época del inolvidable Paco Fernández Ochoa -el único campeón olímpico invernal del que puede presumir España: de eslalon, en los Juegos de Sapporo'72 (Japón)- había sido descalificado al saltarse una puerta en la primera bajada.

La primera referencia buena de la segunda la marcó el austriaco Dominik Raschner, que, con el mejor crono de la misma, firmó la remontada del día, de quince puestos. Para acabar octavo. El incombustible Ryding no se quedó atrás y después de liderar un buen rato, ascendió siete plazas y acabó en un sobresaliente sexto.

Pinheiro no bailó samba esta vez; pero, a pesar de no acabar contento, dejó a Brasil en el puesto decimotercero: el que compartió con Kristoffersen, anterior campeón del mundo de la disciplina.

El tirolés Feller, que encarnaba la última esperanza de éxito de la anfitriona, desbancó del primer puesto a Ryding; pero inmediatamente después lo mejoró Strasser. Y el tiempo del muniqués lo bajó Mc Grath, que festejó tirándose sobre la nieve un liderato provisional que suponía una medalla.

El versátil Meillard no dejó escapar la ocasión de capturar su tercera medalla en estos Mundiales y mejoró al nórdico, en espera del oro. En el portillón quedaba Noel; y en meta, sufriendo, Strasser, que tenía que esperar la pifia del francés.

El campeón de olímpico se salió de recorrido, Alemania ganó, justo al final, su única medalla; y Meillard se convirtió en el gran triunfador de estos Mundiales -su compatriota Marco Odermatt, el gran dominador del esquí alpino, 'sólo' pudo ganar un oro, en el supergigante-. Confirmando a Suiza en su papel hegemónico en el deporte rey invernal.