Pablo Álvarez: "No he cambiado, sigo con la misma ambición de siempre"

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Adrián VázquezBarcelona, 12 jun (EFE).- El jugador argentino del Barça de hockey patines Pablo Álvarez (San Juan de la Frontera, 1986) reivindica en una entrevista con EFE que, a sus 38 años, no ha cambiado y sigue "con la misma ambición de siempre", decidido a desempeñar un papel protagonista en la final de la OK Liga que arrancará este sábado.

"Siempre doy el máximo en cada entrenamiento porque creo firmemente que uno juega como entrena. Hasta ahora no ha cambiado nada y espero que nunca cambie, es mi filosofía de vida, y seguiré así hasta el día en que me retire", subraya.

Tras regresar el pasado verano a su "casa" -como él mismo define al Barça- después de tres temporadas en el Benfica portugués, el máximo goleador histórico de la OK Liga se muestra especialmente "ilusionado" por disputar la final liguera ante el Deportivo Liceo, un club al que guarda "un cariño especial" por haber sido su primera experiencia profesional en Europa.

Del aterrizaje en Europa al legado en el Barça

Álvarez debutó en su país natal en 2001 y en 2005, con 18 años recién cumplidos, tomó la decisión de continuar su carrera deportiva en España, precisamente en el club gallego, al que llegó acompañado por su padre y motivado por el deseo de "vivir otras experiencias".

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En A Coruña, el delantero argentino creció bajo la tutela de compatriotas como Pepe Guillín, entonces delegado del primer equipo del Deportivo Liceo, a quien considera "como un padre" en su formación como jugador.

Tras seis temporadas en Galicia (2005/2006-2010/2011), y "sin esperarlo", recibió la llamada del Barça. Al club azulgrana llegó con la ambición de superarse y "crecer como jugador", sin pensar en los récords que acabaría alcanzando durante las diez temporadas que disputó en su primera etapa.

"Nunca tuve la mirada puesta en el futuro lejano, siempre viví el momento y disfruté el presente. En aquel momento solo quería mejorar día a día y ayudar al equipo", relata.

Álvarez se convirtió en el máximo goleador histórico de la OK Liga, una cifra que le enorgullece, aunque insiste en que "lo más importante" fueron los 31 títulos colectivos que logró con la sección, entre los que destacan nueve Ligas, tres Ligas Europeas, siete Supercopas de España y cinco Copas del Rey.

El regreso al Barça y su nuevo rol

Su vínculo emocional con el Barça es profundo. "Es el club donde más feliz he sido", afirma con rotundidad. Y es que se considera "un privilegiado" por haber compartido vestuario con algunos de los mejores jugadores del mundo y no duda en agradecer a quienes hicieron posible que el pasado verano regresara al que para él es "el mejor club del mundo".

En esta segunda etapa, Álvarez asume "con naturalidad" su rol de veterano, diferente al que tenía cuando llegó por primera vez en 2011. "Los más jóvenes me respetan y yo los miro con cariño y comprensión, recordando cuando yo tenía su edad. Intento ayudarles a mantener ese hambre por ganar y a mejorar día a día", añade.

Un curso "complicado"

En cuanto al balance de la temporada, el "Killer", como también se le conoce en el mundo del hockey patines, reconoce que no ha sido "un año fácil". La eliminación en fase de grupos en la Liga de Campeones y en cuartos de final de la Copa del Rey supuso "un duro golpe", una lección que, asegura, servirá para aprender en el futuro.

"El Barça siempre quiere ganarlo todo, y este año ha sido raro, no es lo habitual. Ha sido un año de cambios: jugadores que volvieron, entrenador y cuerpo técnico nuevo… Pero estas situaciones pasan en todos los grandes clubes", argumenta.

Ya recuperado de una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha que le obligó a perderse cinco partidos, el internacional argentino admite que, aunque afrontó ese periodo con profesionalidad, fue "duro" desde el punto de vista emocional.

"Se pasa mal estar fuera, te sientes apartado, ves a los compañeros entrenar y jugar y te gustaría estar ahí con ellos. Pero ya pasó, ahora miro hacia adelante", explica.

Álvarez seguirá jugando mientras pueda "sumar"

Álvarez es consciente de que su etapa como jugador se acerca al final, aunque no tiene una fecha concreta para su retirada. Reconoce que le preguntan por su adiós "con frecuencia", pero asegura que, por ahora, se siente "físicamente muy bien" y seguirá en activo mientras crea que puede aportar al equipo.

"No me gusta estar en un sitio donde reste; siempre quiero sumar", subraya el delantero azulgrana, quien espera que, cuando decida colgar los patines, lo recuerden como "un jugador de área, trabajador y humilde".

"Quiero dejar una huella en los jóvenes, que vean mis goles y puedan aprender algo. Estoy disfrutando este último tramo y daré lo mejor para que puedan seguir inspirándose en mí", concluye.