Van der Poel, el anti-Pogacar

Luis Miguel PascualBoulogne-sur-Mer (Francia), 6 jul (EFE).- Mathieu van der Poel parece el único ciclista en condiciones de aguar la fiesta a Tadej Pogacar. El neerlandés no está tallado para pelear por la general del Tour de Francia, pero demostró que puede doblar el brazo del esloveno en objetivos más cortos, como la victoria en la segunda etapa de la ronda gala.

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Pocas semanas después de que Pogacar le venciera en un esprint similar en la primera jornada de la Dauphiné, esta vez fue Van der Poel quien se impuso, en pendiente ascendente, demostrando que tiene armas para derrotar al corredor más fuerte del momento.

"Me ganó en la línea de meta y eso demuestra que no es fácil vencer. Pero esta vez había visto un vídeo de la llegada y sabía cómo tenía que hacerlo", dijo el ciclista del Alpecin, que consiguió en Boulogne-sur-Mer su segunda victoria en el Tour, cuatro años después de haber logrado la primera en el Muro de Bretaña.

En el Tour de Francia que pivota sobre la fortaleza de Pogacar, el neerlandés está dispuesto a convertirse en el personaje de la primera semana, llena de guiños a sus condiciones, con finales escarpados y rudos como el de este domingo en los que sus condiciones pueden marcar la diferencia.

"He tardado tanto en ganar la segunda etapa porque tampoco había terreno para mi. Este año el perfil de la primera semana me motiva mucho, hay muchas etapas que parecen clásicas como las que a mi me gustan", señaló el corredor del Alpecin, que sucedió en el liderazgo de la general a su compañero Jasper Philipsen, que se enfundó el primer amarillo en Lille tras imponerse al esprint.

Triunfo de etapa, liderazgo y una nueva victoria sobre Pogacar, como en 2021 en el Muro de Bretaña, como hace unos meses en su segunda Milán-San Remo y su tercera París-Roubaix.

Van der Poel y Pogacar están protagonizando una rivalidad de otro tipo, quizá menos épica pero muy vistosa para los grandes amantes del ciclismo, los que aprecian el esfuerzo concentrado y las tácticas de las grandes clásicas.

Un esquema que se repite en los primeros días del Tour, cuando la general todavía parece un objetivo lejano y todo se concentra en un microrrelato que convierte las carreteras en terreno de permanente suspense, de tensión y roces.

El hábitat natural de un Van der Poel criado en el ciclocrós, que sublima al máximo sus características y que es capaz de derrotar a todo un Pogacar.

El neerlandés reconoció que no se esperaba la dureza del tramo final de la etapa, que se vio algo sorprendido por las rampas de Saint-Etienne-au-Mont, con porcentajes de hasta el 15 % que a punto estuvieron de sacarle de la lucha por el triunfo.

"Me han puesto al límite", reconocía el corredor, que pese a todo aguantó en el grupo de los mejores, que se recompuso en la bajada de esa cota cuya cima a 9 kilómetros de la meta resquebrajó el pelotón en mil pedazos.

El plan inicial del Alpecin podía seguir su rumbo. "Solo pensaba en estar bien situado en la subida final, en no perder la rueda de Pogacar. Si lo lograba, el objetivo estaba a mi alcance", afirmó.

El kilómetro largo de ascenso final fue un mano a mano entre el neerlandés y el esloveno, con el danés Jonas Vingegaard como espectador de excepción. Infiltrado en la pelea de los grandes, Van der Poel salió triunfante y su gesto enrabietado tras cruzar la meta demostraba las ganas que tenía a una carrera que durante cuatro años le ha dado la espalda.

La memoria de Poulidor

"Siempre le he tenido un enorme respeto al Tour", afirmaba este domingo el ciclista, que tras su primera victoria en 2021 se derrumbaba entre lágrimas por el recuerdo de su abuelo, Raymond Poulidor, fallecido dos años antes a los 94.

Entonces, su nieto se enfundó el maillot amarillo por vez primera, una prenda que el eterno segundón nunca había podido vestir pese a haber acabado en el podio de París en ocho ocasiones entre 1962 y 1973.

"Entonces la emoción fue mayor, la muerte de mi abuelo era todavía muy reciente. Ahora el dolor es igual y estoy convencido de que estaría muy orgulloso de que haya conseguido esta segunda victoria", dijo el corredor, que lamentó que Poulidor no le viera disputar el Tour.

Van der Poel se apuntó su segunda victoria, pero avisó de que en este Tour puede dar todavía mucha guerra: "Hemos hecho un planteamiento diferente. Corrimos la Dauphiné, que no está normalmente en nuestros planes, y hemos hecho entrenamiento en altura antes del Tour. Eso está dando sus frutos".

Además, reconoció que la primera semana tiene varias etapas marcadas en rojo. El final de la cuarta en Ruán también le viene bien a su pedalada, al igual que la sexta en Vire-Normandie. Sin contar con que el próximo viernes el pelotón ascenderá dos veces el Muro de Bretaña que marcó el inicio de su historia con el Tour. Otros tantos duelos contra Pogacar.

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