Pero no será fácil. Después de la decepción olímpica, en la que España sólo pudo ser sexta cuando estaba en todas las quinielas para volver al podio, este Mundial es una buena oportunidad para que los de David Martín vuelvan a la lucha por las medallas.
Además España, en Mundiales, atraviesa por una extraordinaria racha, ya que no se ha bajado del podio en las últimas cuatro ediciones. Fue plata en 2019 en Gwangju, oro en Budapest 2022 y bronce en Fukuoka y en Doha.
Será una competición muy abierta, con Serbia, el campeón olímpico, siempre como cabeza de cartel, aunque las expectativas iniciales no sean las mejores, y con croatas, húngaros, italianos, griegos y estadounidenses con opciones. España está también en ese paquete de aspirantes.
Los de David Martín, en el grupo B, lucharán con Hungría por una plaza directa para los cuartos de final, pero no podrán descuidarse de los australianos, que también mantienen sus opciones. Japón completa el cuarteto.
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Si son primeros, los españoles jugarán en cuartos de final contra los ganadores del enfrentamiento entre el tercer clasificado del grupo C (Canadá o Brasil) y el segundo del D, seguramente Grecia o Croacia.
Si son segundos, España tendrá que pasar por los octavos de final y se medirían en esa ronda al tercer clasificado del grupo A, seguramente Rumanía.
En el grupo A, el liderato se lo disputarán Serbia e Italia, con Rumanía como tercero en discordia y Sudáfrica en un escalón inferior.
En el C, seguramente el de menor nivel de todos los participantes, Estados Unidos, bronce en París, es el favorito; mientras que Canadá y Brasil se disputarán la segunda plaza. Singapur completa el grupo.
El D es el de mayor nivel. Con Croacia, plata en París, y Grecia (5) como favoritos y un Montenegro siempre peligroso y al acecho. China completa el grupo.
Así que España llega a Singapur como 'tapado', después de muchos años y de muchos campeonatos en la que aparecía en todas las quinielas para las medallas.
David Martín mantiene a su equipo tipo. Con dos metas de garantías (Unai Aguirre y Edu Lorrio); los brazos ejecutores de Álvaro Granados, Alberto Munárriz y Bernat Sanahuja, dos boyas de clase mundial como Miquel de Toro y Roger Tahull; la polivalencia de Sergi Cabanas y Marc Larumbe; y el trabajo de Unai Biel, Álex y Javi Bustos; y la juventud de Biel Gomila. Todos ellos capitaneados por la leyenda: Felipe Perrone.