El parte médico posterior a la caída reflejaba una rotura costal, sin conmoción cerebral, lo que le permitió completar la etapa de este sábado, que se corrió a un ritmo bajo.
Pero a falta de unos 80 kilómetros para la meta de Châteauroux, tras haberse quedado relegado del pelotón, decidió poner pie a tierra y subir al coche de su equipo.
Almeida, cuarto del pasado Tour de Francia, partía como la principal baza de Pogacar cuando llegue la alta montaña.
"Me siento como si me hubiera pasado un tren por encima dos veces", dijo el corredor este sábado antes de la salida de la etapa en Saint-Meen-Le-Grand.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Pogacar había agradecido al luso su persistencia para acabar la octava etapa y le calificó de guerrero, convencido de que pelearía con todas sus fuerzas para seguir en carrera e ir recuperando día a día.
Pero Almeida no ha podido continuar, lo que supone un duro golpe para el esloveno.
