"El único punto negativo es la retirada de (Joao) Almeida", señaló el ciclista del UAE, en referencia a su escudero portugués que abandonó tras fracturarse una costilla en el Muro de Bretaña.
Pogacar, segundo de la general a 29 segundos del irlandés Ben Healy, que no cuenta entre los aspirantes al primer puesto del podio de París, tiene una renta de 1 minuto con el belga Remco Evenepoel, tercero el año pasado, y de 1.17 con el danés Jonas Vingegaard, con quien se reparte los cinco últimos Tour.
"Mis rivales están por detrás, son ellos los que tendrán que atacarnos", dijo el defensor del título, convencido de que, pese a la baja de Almeida, cuentan con un bloque sólido.
"Estamos listos para pelear en la montaña", aseguró el esloveno, que señaló que en la jornada del Macizo Central, este lunes, su equipo demostró que es capaz de controlar la carrera.
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"Mostramos nuestra fortaleza pese a la baja de Joao y que Pavel Sivakov está un poco enfermo. Vimos el nivel de cada uno en los ascensos. Aunque todavía no es el indicador preciso de dónde está cada uno. El objetivo de todos será esta semana, con grandes etapas de montaña y la cronoescalada", afirmó el también ganador del Tour en las ediciones de 2020 y 2021.
Pogacar aseguró que la segunda semana, que tiene un día menos por el retraso de la jornada de descanso (ya que el lunes, jornada habitual para el parón de la carrera, fue 14 de julio, Fiesta Nacional de Francia), "será bastante decisiva" en la lucha por la general, con "tres jornadas de alta montaña muy dura" y "una contrarreloj en medio".
"No serán etapas para grandes escapadas, será tan dura como otras semanas. Creo que podemos ver grandes diferencias en la general en los próximos días", advirtió el esloveno.
El esloveno puso el acento en la contrarreloj de Peyragudes del próximo jueves, que consideró que puede ser clave para él.