"Mi sueño era ganar una etapa del Tour de Francia. Ayer recorrí el recorrido y pensé que era demasiado duro para mí, pero sabía que tenía que estar en la escapada", dijo en meta el ciclista nórdico.
Aquella sensación inicial cambió en la mañana del miércoles, pero sabía el ciclista de Skien, de 29 años, que debía entrar en la fuga del día.
"Esta mañana tenía la sensación de que quizás podía ganar. Desde el principio, me entregué al 100 % para escaparme. Sé que tengo un buen esprint y llevábamos mucho tiempo en fuga, esprintando desde el kilómetro 0. Tuve que ser inteligente porque iba al límite en la final. Nos esforzarnos muchísimo todo el día para mantener la escapada y resistir a los perseguidores", explicó.
En el esprint fue la foto de llegada la que confirmó el primer éxito de su carrera, en pugna con el suizo Mauro Schmid.
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"Fue muy difícil adelantar a Mauro Schmid, pero pensaba: '¡Tengo que ganar esta etapa del Tour de Francia! ¡Tengo que ganar!'. Lo creí todo el día y, de hecho, conseguí la victoria. ¡Es increíble!", dijo emocionado.
Una victoria que, además, llega tras superar serios problemas físicos, pues Abrahamsen se rompió la clávicula hace pocas semanas.
"Me fracturé la clavícula hace cuatro semanas. Lloraba en el hospital, pensando que no correría el Tour de Francia. Pero al día siguiente, estaba en el rodillo. Hice todo lo posible por recuperarme. Llegué al Tour con la ambición de ayudar al equipo al máximo. Y ahora, estar aquí, como ganador de etapa, es simplemente increíble", concluyó.
