El sueño de Julia Marino se evaporó en dos saltos

SOCHI. El sueño de Julia Marino, primera paraguaya en participar en unos Juegos Olímpicos de Invierno, se evaporó este martes en la prueba de clasificación de slopestyle.

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La joven quedó eliminada en la especialidad de esquí artístico de Sochi-2014, con una caída en su segundo intento.

La joven de 21 años, nacida en el Chaco, pero criada en Estados Unidos al ser adoptada cuando tenía seis meses, tuvo una baja puntuación de 36,60 puntos en el primer salto, que la colocó en la 14ª posición provisional, mientras que una caída en el segundo, que se calificó con 25,60, la relegó a la 17ª plaza final.

A la final, que se disputa este martes a las 13:00 locales (06:00 hora paraguaya), se clasificaban las doce participantes que tuvieran las mejores puntuaciones entre los dos saltos.

Julia Marino estaba inconsolable al final de la prueba sin poder reprimir las lágrimas. “El último salto fue un poco alto, y no aterricé bien. No me había pasado en los entrenamientos pero pasó aquí. Pero estoy contenta de haber estado en los Juegos”, señaló la paraguaya, que estaba duodécima en el ránking de participantes, lo que le daba posibilidades de entrar en la final.

“En el primer salto fui un poco lenta y luego tuve ese incidente en el segundo”, insistía sin poder retener las lágrimas.

“Fue maravillosa experiencia, siendo la primera paraguaya en competir y todo el apoyo que tuve de mi país fue increíble”, señaló tratando de superar el mal trago.

Marino recordó a la prensa estadounidense en Sochi que pudo competir con su país de acogida, pero que decidió hacerlo por el de nacimiento. “Tuve la oportunidad de competir con Estados Unidos, pero decidí que era mejor hacerlo con mi país de nacimiento. Fue una decisión personal, ahora voy a seguir entrenando para poder defender a Paraguay en los próximos campeonatos”, indicó.

“Estas cosas pasan en el deporte. Estoy totalmente decepcionada. Es duro pasar este trago cuando tienes tantas expectativas”, resumió. “Ha sido maravillosa mi experiencia y mi tiempo en Rusia, es algo que nunca olvidaré, pero era un evento muy importante y había mucha presión”, explicó la joven sudamericana.

Tras esta mal trago, la paraguaya se aferra a su juventud para poder tener una segunda experiencia y saldar una deuda moral que se ha autoimpuesto de hacer un buen papel en unos Juegos Olímpicos defendiendo a su país de nacimiento.

“Soy muy joven. Tengo que seguir, voy a continuar intentándolo, trabajando, progresando. Fue un año duro ya que tuve una lesión en el cuello, pero me pude recuperar y participar en estos Juegos”, dijo la deportista guaraní. “Espero estar en Corea del Sur en los Juegos Olímpicos de 2018. Mi intención es defender otra vez a Paraguay. Absolutamente. Con 100% de seguridad. Esa es mi meta”, explicó transmitiendo su firmeza de estar Pyeongchang dentro de cuatro años.

Ahora espera regresar a Paraguay para conocer más la cultura y la lengua de su país de nacimiento.
Tras ser adoptada por la familia Marino, cuando tenía seis meses, la joven no había regresado a su país hasta noviembre pasado, cuando pasó diez días, preparando su inscripción en los Juegos Olímpicos con Paraguay.

“Espero estar más tiempo allí, quiero utilizar las facilidades que tienen allí para los entrenamientos. Quiero estar más envuelta en la cultura. Estoy aprendiendo español en la Universidad de Colorado y trataré de aprender más”, concluyó la joven paraguaya, tras su experiencia en Sochi.

Las dos mejores puntuaciones en la ronda de clasificación las obtuvieron dos canadienses, Dara Howell (88,80) y Kim Lamarre (85,40).

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