De esta forma, Nole saldó su deuda consigo mismo después de haber sido descalificado ante el propio Carreño en octavos del US Open, cuando en una pérdida de control golpeó con una pelota a una juez de línea.
El serbio, en busca de su segundo título en la arcilla parisina, que sería su 18º “grande”, se medirá mañana, por ser finalista, al griego Stefanos Tsitsipas (6º), verdugo del ruso Andrey Rublev (12º), 7-5, 6-2, 6-3.
Con problemas físicos (molestias en su brazo izquierdo y una banda muscular en su cuello), Djokovic logró avanzar. Con ningún ace, 7 golpes ganadores, 16 errores no forzados, cedió ante el asturiano su primer set en lo que va de torneo.
En dos ocasiones el serbio llamó al fisioterapeuta para recibir masajes en su bíceps izquierdo. Pero poco a poco, entre gritos, Djokovic fue destapando el tarro de sus esencias, para ganar y acabar sellando su 36ª victoria esta temporada, con una única derrota (descalificación ante Carreño en Nueva York).
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En caso de alzarse con el trofeo, Djokovic se convertiría en el primer tenista de la era Open, y solo el tercero de la historia tras Rod Laver y Roy Emerson, en coronarse al menos dos veces en cada uno de los Grand Slam.
Semi de grandes monarcas
En el cuadro femenino, dos jugadoras que ya saben lo que es ganar un Grand Slam, la checa Petra Kvitova (Wimbledon 2011 y 2014) y la estadounidense Sofia Kenin (Abierto de Australia 2020), se clasificaron a las semis y se citaron para hoy por un puesto en la final.
La otra semi opondrá a la polaca Iga Swiatek (54ª), de 19 años, con la sorpresa argentina salida de la qualy Nadia Podoroska (131ª), ambas clasificadas el martes.
Kenin (6ª) selló su billete tras vencer a su compatriota Danielle Collins (57ª), 6-4, 4-6, 6-0. Kvitova (11ª) se clasificó tras ganar a la alemana Laura Siegemund (66ª) en dos sets, 6-3, 6-3. AFP.