En lugar de probablemente perder contra el número uno mundial, Kecmanovic (77º) afrontó y derrotó por 6-4, 6-2, 6-1 al lucky loser (eliminado en tercera ronda de las calificaciones) italiano Salvatore Caruso (146º), que ocupó el vacío dejado por el nueve veces ganador del torneo.
“Sé que no se puede hacer gran cosa por él, pero damos todo para estar aquí por él y para ayudarle a atravesar este período”, añadió Kecmanovic sobre su compatriota.
“Pase lo que pase es un inmenso campeón y no es bueno ver lo que le pasa, en particular desde que yo sabía que iba a enfrentarlo en la pista Rod Laver. Me siento muy mal por él y espero que vuelva todavía más fuerte”, añadió.
Kecmanovic señaló que los jugadores serbios se habían dicho entre ellos que iban a “hacer todo para vengar” a Djokovic y “hacerle sentir orgulloso”.
“Es nuestro representante más fuerte y es una pena que no pueda participar y representar a Serbia (en el Open de Australia), pero vamos a hacer todo lo posible, de alguna manera, para sustituirle”, añadió.