El argentino, debutante en Roland Garros, fue cuestionado por la prensa de su país por qué tenía una brecha en la parte superior del rostro. "Me desmayé, era por la noche, fue después del partido del otro día (victoria del otro día ante Karatsev). Recibí una cantidad de mensajes que fue impresionante, nunca me habían escrito tanto", relató.
El jugador, de 22 años y 154 del mundo, contó que no se acordaba de nada después de la caída y que se despertó cuando lo vio su entrenador, Leo Olguín.
