El juez de silla se acercó a ver al menor, reprendió a la jugadora, pero no le impuso otro tipo de sanción.
El menor lloraba desconsoladamente y el supervisor fue convocado para analizar la situación, pero no decidió la descalificación de la rumana, entre los abucheos del público y el descontento de la rival, la rusa Ekaterina Alexandrova.
El gesto tuvo continuidad, porque la rusa pareció desconcentrada y, en un momento dado, tras fallar una bola, se dirigió al árbitro y preguntó si también podía lanzar su raqueta, lo que le valió una advertencia del juez.
Begu acabó ganando ese duelo por 6-7(3), 6-3 y 6-4 y se medirá a la francesa Léolia Jeanjean, que se impuso a la checa Karolina Pliskova, octava favorita.
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