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La Industria Nacional del Cemento (INC), presidida por Gerardo Guerrero Agusti, sigue siendo manejada por cuestionados gerentes del extitular de la estatal, Ernesto Benítez, según denunciaron ayer funcionarios de Villeta y Vallemí. Consideran que, en estas condiciones, es como si no hubiera cambiado nada en la estatal.
Según informaron, por ejemplo, se mantuvo a Berenice Savorgnan como secretaria del presidente, a Diego Quintana como gerente industrial, a Daysi Denis como gerente comercial y a la arquitecta Mara Santacruz en la gerencia de proyectos.
Asimismo, Emilce Antonia Montiel de Paredes, presidenta de la Coordinadora Colorada de la INC y secretaria general del Sindicato de Administración Central de la empresa estatal, una de las “mimadas” de Benítez, también continúa como jefa de medio ambiente.
Sin tener título universitario, la funcionaria fue nombrada en dicho cargo durante el gobierno anterior percibiendo un salario de más de G. 15.000.000 con los beneficios, es decir, gana el salario de un gerente de la firma. Además, Montiel tiene a su parentela con sueldazos en la estatal y era aliada del exvicepresidente de la República, Hugo Velázquez, declarado significativamente corrupto por EE.UU.
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Vuelven varios funcionarios de la era Cartes
Además, Guerrero Agusti también ya confirmó en varias gerencias a personas de confianza del expresidente de la INC durante el Gobierno de Horacio Cartes, Jorge Méndez. Por ejemplo, Luis Ayala, exauditor general de Méndez volvió ahora como gerente financiero y administrativo tras estar comisionado en otra institución.
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El titular de la INC también nombró a Jorge Martínez cómo auditor general interno, quien en su momento se desempeñó como auditor adjunto durante la presidencia de Méndez. Asimismo, Rocío Segovia fue designada como gerente de UOC (estaba como coordinadora durante la administración de Méndez).
“Lo que se cree acá es que hubo un pacto entre Ernesto Benítez con el nuevo gobierno de Santiago Peña para que el nuevo presidente de la INC le sigan sosteniendo a todos los leales de este presidente que tanto mal le hizo a las dos fábrica de Vallemí y Villeta”, lamentaron los obreros.